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El precio del café seguirá subiendo: Nestlé, Saimaza y Marcilla prevén más incrementos tras la sequía y los aranceles

El precio del café seguirá subiendo: Nestlé, Saimaza y Marcilla prevén más incrementos tras la sequía y los aranceles

El encarecimiento de esta materia prima puede tardar varios años en trasladarse por completo a los consumidores finales, en un producto que tiene a Brasil y Vietnam como principales países exportadores

La subida de precios del café, el cacao y el azúcar presiona otra vez los costes de la industria alimentaria

Hay materias primas que no dejan de presionar la factura de la cesta de la compra. Una de ellas es el café. La persistente sequía en algunos de los principales países productores y las lluvias torrenciales en otros llevan meses reduciendo las cosechas y elevando la cotización.

A eso se suman las dudas sobre qué efecto tendrá la pelea arancelaria iniciada por la Administración estadounidense.

Las grandes empresas del sector ya han asumido que sus precios de venta han ido subiendo de forma significativa y, de momento, no hay un freno. Por ejemplo, Nestlé, dueña de Nespresso, reconocía en su última presentación de resultados que tanto el café como el cacao están detrás de parte del avance su facturación. En algunos mercados, han llegado a encarecerse más de un 10%, aunque no detalla en cuáles. En Europa, apunta que el café ha sido clave en el crecimiento de sus ingresos, con un sólido repunte de los productos que comercializa bajo la marca de Starbucks, que han compensado un menor avance de Nescafé. 

“Dadas las significativas fluctuaciones en el café y el cacao, es esencial que traslademos las subidas en la mayor medida posible para generar margen para futuras inversiones en nuestras marcas”, reconocía en la presentación de resultados el consejero delegado de Nestlé, Laurent Freixe. “Nuestro objetivo es lograrlo manteniendo la cuota de mercado a medio plazo”, añadió. “Durante el último año, hemos visto una inflación de costes sin precedentes”, en ambas materias primas, “Hemos sido proactivos en la fijación de precios y nuestro equipo gestionó las negociaciones con los proveedores de forma eficaz, con interrupciones limitadas”.

Aún más clara ha sido la multinacional holandesa JDE Peet, más conocida por las marcas de café que comercializa, como Saimaza, Marcilla o L'Or. “Como el precio del café en origen, en los primeros cuatro meses de 2025, es un 28% más alto que en el primer semestre de 2024, la empresa está considerando medidas adicionales, incluidas subidas de precios”, asume en la presentación de resultados del inicio del ejercicio. 

Una subida generalizada

La presión que la caída de la producción está ejerciendo sobre el precio del café está siguiéndose de cerca por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO en sus siglas en inglés. El motivo, sobre todo, es el peso que tiene para algunos países. En uno de sus últimos informes sobre este producto, señala que hay más de 25 millones de productores en todo el mundo y el valor de sus cosechas supera los 20.000 millones de euros.

Se trata de un alimento clave para economías de países africanos, como Etiopía o Burundi, donde representa el 33% y el 22% de todas sus exportaciones, aunque los principales países productores del mundo son Brasil y Vietnam, que suponen más del 50% de la cosecha global. Además, la FAO también desglosa que el 60% de esa producción corresponde a la variedad arábica, la de mayor calidad, seguida de la robusta que, explica, suele emplearse para el café instantáneo o, también, para mezclarse con arábica. 

“La subida de precios alcanza el 38,8% en 2024, respecto a sus niveles medios del año previo”, resume la FAO en el citado análisis. “Y pueden subir más en 2025”, añade. “El precio experimentó una ligera caída a principios de 2023, pero volvió a subir hasta alcanzar sus niveles más altos en 13 años en diciembre de 2024”. Ese mes, la variedad arábica era un 58% más cara que un año antes; y la robusta, un 70%, desglosa esta organización de Naciones Unidas. Detrás, principalmente, la caída de las cosechas en Brasil, Vietnam e Indonesia, por dos factores ligados al cambio climático, como son las prolongadas sequías y las lluvias torrenciales. Tampoco la producción en Colombia se situó en niveles de sus mejores ejercicios. En el siguiente gráfico se ve la evolución del precio del café en los últimos meses. 

La FAO también explica que la demanda del café es significativamente inelástica, lo que respalda que su consumo no se hunda pese a que su coste se dispare. Además, ese incremento de precios no se ha trasladado a los consumidores de forma inmediata. “La evidencia preliminar muestra que en Estados Unidos y la Unión Europea, los precios del café aumentaron un 6,6% y un 3,8% en diciembre de 2024, en comparación con el mismo período de 2023, respectivamente”, explica.

“Un análisis preliminar de la FAO sugiere que, en la Unión Europea, una subida del 1% en los precios internacionales del café” provoca “un aumento del 0,24%” en lo que pagan los consumidores “después de 19 meses” y la “fluctuación persiste durante varios años, al menos cuatro”. Además, destaca que, en la UE, el 80% del impacto acumulado total, de esa subida del coste en origen, puede tardar hasta 11 meses en transmitirse al precio final de venta.

“En Estados Unidos y la Unión Europea, el consumo de café representa menos del 1% del gasto anual de los hogares”, desglosa. A partir de ahí, también entran en juego los aranceles y las barreras comerciales. “La transmisión de los precios internacionales del café a los productores depende de varios factores, como las medidas fronterizas, los costes del transporte, los acuerdos de comercialización vigentes entre productores y compradores y otras condiciones” del mercado.

Incertidumbre y dudas

Esa volatilidad, junto al impacto que pueden suponer las barreras comerciales y las dudas sobre la evolución de la economía global pueden ser clave para saber cómo se comportará esta materia prima a lo largo de los próximos meses. La Organización Internacional del Café reconoce que los precios en origen están en un momento de indefinición, en una especie de sube y baja sin un desenlace claro.

Explica que los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos el 2 de abril provocaron una caída de las cotizaciones. “Sin embargo, el 9 de abril, un anuncio posterior que suspendía los aranceles mencionados durante 90 días revirtió la dirección del mercado, permitiendo una rápida recuperación”, matiza en un reciente análisis, “Los últimos movimientos sugieren que el precio del café está buscando una dirección, con factores tanto alcistas como bajistas afectando al mercado”.

Por un lado, a Brasil le sigue afectando la sequía. Por otro, los vaivenes y amenazas arancelarias de Donald Trump no hacen sino sucederse. Y a eso se suma que las exportaciones globales han sido hasta marzo algo menores que las cuantificadas hace un año. Sin embargo, hay excepciones que abren la puerta a algo de optimismo, aunque no sea a corto plazo, porque las exportaciones de variedades colombianas se incrementaron más de un 25% en el mes de marzo.

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