La Justicia turca ha absuelto este martes a nueve activistas por su participación en las protestas del Parque Gezi de 2013. Tres de ellos se enfrentaban a cadena perpetua por "hacer uso de coacción y violencia e intentar derrocar al Gobierno o impedir, total o parcialmente, que desempeñe sus obligaciones". El tribunal ha decidido también separar la causa de otros siete procesados que están en el extranjero.

Las protestas estallaron a finales de mayo de 2013 contra un plan urbanístico en Estambul y encendieron la mecha de una oleada de marchas y concentraciones generalizadas contra la deriva del Gobierno del entonces primer ministro Recep Tayyip Erdogan.

El principal acusado en este proceso era el empresario y filántropo Osman Kavala, que lleva en prisión preventiva en la cárcel de alta seguridad de Silivri, en Estambul, desde el 1 de noviembre de 2017. Kavala y otros dos acusados se enfrentaban a cadena perpetua. El tribunal ha ordenado la liberación de Kavala, el único de los procesados que estaba en prisión y que ha pasado 840 días entre rejas siendo inocente.

La Fiscalía turca había solicitado una pena de cadena perpetúa por "intento de derrocar al Gobierno" por participar en las protestas antigubernamentales de 2013. "Pese a no haber presentado ni la más mínima prueba para respaldar su acusación de que Osman Kavala, Mücella Yapici y Yi?it Aksako?lu estuvieron implicados en ninguna actividad delictiva, y menos aún que conspiraron para derrocar al Gobierno, la fiscalía ha pedido cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional", denunciaba antes del juicio Milena Buyum, responsable de campañas de Amnistía Internacional Turquía.

Kavala fue detenido en 2017, cuatro años después de las protestas de Gezi y en el marco de la campaña de detenciones y arrestos lanzada tras el intento de golpe de Estado en Turquía en julio de 2016. 

El 10 de diciembre de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos resolvió que Kavala, dirigente de la sociedad civil, es víctima de una detención arbitraria. "El tribunal concluye que las autoridades no han sido capaces de justificar la detención preventiva con una evaluación objetiva de los hechos que se le atribuían", explicó la corte en un comunicado.

"A falta de hechos, información o pruebas que demuestren que el señor Kavala ha participado en actividades delictivas, no puede sospecharse razonablemente que haya intentado derrocar al Gobierno por la fuerza o con violencia", continuó el Tribunal de Estrasburgo, que concluyó que Turquía había violado los artículos 5 y 18 de la Convención Europea de Derechos Humanos. 

En su argumentación, el juez señaló que no hay pruebas suficientes contra los procesados, entre los que hay periodistas, actores, actrices, arquitectas y cineastas.

Siete de los acusados están en el extranjero, con órdenes de busca y captura emitidos por Turquía. Entre ellos se cuenta el periodista turco Can Dündar, que vive exiliado en Alemania. El juez decidió separar las acusaciones contra estos siete, cerrando el actual caso y abriendo un nuevo proceso sólo contra ellos.

Fuentes de la defensa han asegurado a Efe que se prevé su absolución en el futuro, ya que la inexistencia de pruebas puede aplicarse también a estos acusados.

La Fiscalía tiene ahora siete días para recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremos, un plazo tras el que la decisión judicial será firme.