La ministra británica de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, ha presentado este sábado su dimisión, descontenta con la expulsión de compañeros de fila dispuesta por el Gobierno de Boris Johnson a raíz de la crisis del Brexit.
"No puedo quedarme a un lado mientras conservadores buenos, leales y moderados son expulsados", ha tuiteado Rudd, al referirse a los 21 diputados "tories" retirados del grupo parlamentario por haber apoyado el veto a una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo el próximo 31 de octubre.
El Gobierno de Johnson está sumido en una profunda crisis desde que decidió el pasado agosto suspender las sesiones parlamentarias a partir de mediados de la próxima semana, lo que ha enfurecido a una parte de los conservadores y a los partidos de la oposición.
Rudd, que es proeuropea, dijo que ha hablado con Johnson para explicarle sus razones y que sigue "comprometida" con los valores conservadores de su formación que le llevaron a entrar en política.
En su carta de dimisión remitida al "premier" y hecha pública, la ahora exministra ha admitido que no creía que "el principal objetivo" del Gobierno fuera salir del bloque europeo con un acuerdo.
Salvaguarda de Irlanda"El Gobierno está dedicando mucha energía en preparar (una salida) sin acuerdo, pero no he visto el mismo nivel de intensidad en nuestras conversaciones con la UE, que nos ha pedido que presentemos arreglos alternativos a la salvaguarda irlandesa", ha añadido la ahora extitular de Trabajo.
Esa garantía está pensada para evitar una frontera fija entre las dos Irlandas -para no perjudicar el proceso de paz en la provincia de Irlanda del Norte- hasta que Londres y Bruselas lleguen a un acuerdo sobre la futura relación comercial.
"Esta matanza miope de mis colegas ha despojado al partido de diputados conservadores tolerantes y dedicados. No puedo apoyar este acto de vandalismo político", ha insistido.
Reacciones a la dimisiónTras conocerse la noticia, el exministro de Justicia David Gauke ha calificado en un tuit de "valiente" la decisión de Rudd y ha resaltado que seguramente "no ha sido fácil" para ella salir del Gobierno.
Por su parte, el líder del Partido del Brexit, el antiinmigración Nigel Farage, se ha preguntado en un tuit por qué el primer ministro ha otorgado puestos ministeriales a proeuropeos.
La derrota parlamentaria de JohnsonLa oposición y 21 diputados "tories" se hicieron esta semana con el control de la agenda parlamentaria, reservada al Ejecutivo, y consiguieron tramitar una ley que veta un "divorcio" duro de la UE.
Esa pieza legislativa establece que el primer ministro tiene hasta el 19 de octubre para aprobar en el Parlamento un eventual acuerdo con la UE, de lo contrario deberá pedir a la UE un retraso del Brexit de tres meses -hasta el 31 de enero de 2020-.
La oposición también ha vetado a Johnson la posibilidad de convocar elecciones anticipadas el próximo 15 de octubre al rechazarlas el miércoles en la Cámara de los Comunes. Al ser un adelanto electoral -los comicios están previstos para 2022-, Johnson necesita el apoyo de dos tercios de la cámara baja.
Los 21 expulsadosEl jefe del Gobierno ha dejado claro que preferiría estar "muerto en una zanja" antes que pedir un retraso del Brexit. Johnson, que llegó al poder el pasado julio tras la dimisión de Theresa May, expulsó de su partido, como medida de castigo, a los 21 diputados conservadores que se unieron a la oposición.
Entre los expulsados hay figuras destacadas del partido, entre ellas el veterano diputado Kenneth Clark, considerado "el padre de la cámara" de los Comunes, y Nicholas Soames, nieto del ex primer ministro Winston Churchil y con más de 25 años de servicio público.