Irán ha empezado a instalar centrifugadoras para la producción de uranio enriquecido más avanzadas y modernas de las que le permite el acuerdo nuclear cerrado en 2015 para evitar que desarrolle armas nucleares, confirmó hoy el OIEA, la agencia nuclear de la ONU.
Así lo indicó el director general interino del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Cornel Feruta, tras volver de una visita a Teherán este fin de semana, durante la que se reunió con las autoridades iraníes para discutir este nuevo incumplimiento del acuerdo cerrado con las grandes potencias.
Un informe de Feruta enviado a los Estados miembros de la Junta de Gobernadores del OIEA señala que Irán ha instalado en la planta de enriquecimiento de Natanz 22 centrifugadora del tipo IR-4, el doble de lo que había a mediados de agosto.
Además, los técnicos iraníes están acomodando las tuberías de las centrifugadoras para preparar la inyección de material fisible.
A fecha del 8 de septiembre, Irán no había empezado todavía con las pruebas con material, precisa Feruta en su informe.
Los expertos del OIEA han verificado asimismo que Irán tiene instaladas una centrifugadora del tipo IR-5, 30 del tipo IR-6 y tres del tipo IR-6, la misma cantidad que antes.
Todas estas centrifugadoras son versiones más avanzadas y rápidas que las convencionales del tipo IR-1, de las que Irán tiene instaladas 5.060 en Natanz (centro de Irán) y otro millar en la planta subterránea de Fordo.
Irán anunció la semana pasada que iba a suspender el cumplimiento de las restricciones en materia de Investigación y Desarrollo (I+D) que le impone el acuerdo de 2015.
Teherán se refirió a la "tercera fase" de incumplimientos, después de que en julio superara tanto la cantidad como la puerta del uranio que le autoriza el acuerdo.
Con esta maquinaria, la República Islámica podría producir en menos tiempo más uranio enriquecido, un combustible nuclear que tiene aplicaciones civiles pero también militares.
La Junta de Gobernadores del OIEA se reúne a partir de hoy en Viena para analizar la creciente tensión.
El acuerdo nuclear está peligro de colapso desde que Estados Unidos se retirara el año pasado e impusiera nuevas sanciones a Irán, que ha reaccionado violándolo y exigiendo que los países europeos signatarios del mismo le garanticen los beneficios económicos que el pacto le concedía.
El llamado "Plan Integral de Acción Conjunta" (JCPOA, en sus siglas en inglés) prevé importantes limitaciones en el programa nuclear de Irán para evitar que país se haga con bombas atómicas.
A cambio, se levantaron las sanciones internacionales contra el país y se prometió una normalización económica, que está en entredicho desde que Estados Unidos aplicara nuevas medidas punitivas, sobre todo contra el sector petrolero del país.