El buque australiano Greg Mortimer, que cuenta con buena parte de sus ocupantes afectados por COVID-19, atracó este miércoles en el puerto de Montevideo en el inicio de la operación de evacuación de los últimos 14 pasajeros, que serán repatriados a Estados Unidos y varios países europeos.
En una operación que debió ser postergada casi 12 horas a causa del fuerte viento que sopló este martes en la capital uruguaya, minutos antes de las 12.15 hora local (15.15 GMT) del miércoles, la embarcación atracó en un muelle del puerto.
Varios ocupantes del crucero asistían en cubierta, tapados con mascarillas, a la maniobra de acercamiento y dibujaban corazones con sus manos.
A las maniobras asistieron, junto a diplomáticos de varios países europeos y de Estados Unidos, representantes de la Autoridad Nacional del Puerto (ANP) y de la Armada, los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, y de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber.
Este operativo "más pequeño pero muy similar al anterior" (desarrollado el pasado viernes) implica una solidaridad que "nos define como pueblo y como país", dijo el canciller ante los periodistas allí presentes.
Talvi confirmó que unos 85 tripulantes quedarán a bordo del barco, que regresará a la denominada 'zona de servicios', a unos 20 kilómetros del puerto de Montevideo, para continuar con la cuarentena, y que recibirán "servicio de salud y abastecimiento".
Cuando las autoridades médicas consideren que toda la tripulación ha superado el contagio, el barco zarpará rumbo a Las Palmas (España), destino final del crucero.
Esta operación se desarrolla entre grandes medidas de seguridad, que impiden, por ejemplo, que los periodistas -entre ellos los de Efe- se acerquen a menos de 300 metros del buque mientras se adelantan los preparativos de paso de los viajeros al autobús que los trasladará al Aeropuerto Internacional de Carrasco.
A diferencia del pasado viernes, cuando 112 australianos y neozelandeses fueron evacuados, solo 14 pasajeros -los últimos que quedan en la embarcación- descenderán del barco rumbo al aeródromo, donde un avión los espera para llevarlos a Miami (Estados Unidos) y que despegará a las 17.00 horas (20.00 GMT).
Seis ciudadanos estadounidenses se quedarán allí mientras que el resto, canadienses y de diferentes nacionalidades europeas, según detalló Talvi, abordarán vuelos hacia sus países de origen.
A esos 14 pasajeros se les sumará una mujer británica, que fue internada a comienzos de abril por problemas respiratorios en un centro médico de Montevideo.
El crucero Greg Mortimer partió de Ushuaia (Argentina) hacia las Islas Canarias con 132 pasajeros y 85 tripulantes y llegó a Montevideo cuando uno de sus ocupantes, el primero en ser evacuado el 31 de marzo, tuvo problemas respiratorios asociados al coronavirus.
Uruguay se encuentra en emergencia sanitaria desde el 13 de marzo, cuando se dieron a conocer los cuatro primeros positivos por la enfermedad del COVID-19, si bien no existe la obligatoriedad de cuarentena.