La izquierda da la sorpresa en Guatemala y se acerca a la segunda vuelta de las presidenciales

La ex primera dama Sandra Torres Casanova, del partido conservador Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se sitúa en primer lugar en los comicios presidenciales de Guatemala, con un 15% de los votos y más del 80% de los votos escrutados.

"Estoy muy agradecida, primero con Dios y luego con la gente que siempre nos ha respaldado y apoyado", ha dicho Torres en una rueda de prensa en un hotel de la Ciudad de Guatemala. La candidata ha reconocido el gran número de votos nulos y ha dicho que es un indicador de la falta de confianza de la ciudadanía en el proceso electoral.

Después de ella, el candidato de izquierda Bernardo Arévalo de León se perfila como el segundo más votado, con el 12,3% de los sufragios. Arévalo de León es el candidato de la agrupación Semilla, nacida de las manifestaciones contra la corrupción que vivió Guatemala en 2015.

Las encuestas señalaban que esa formación obtendría el séptimo u octavo puesto, pero el apoyo en las áreas urbanas ha sido trascendental para su posible acceso a una segunda vuelta.

Arévalo de León es hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, quien gobernó el país entre 1945 y 1951, considerado un periodo de apertura para la historia política de la nación centroamericana.

Los dos candidatos están lejos del 50% necesario para hacerse con la Presidencia del país en la primera vuelta celebrada ayer, por lo que ambos se enfrentarán en una segunda vuelta, programada para el próximo 20 de agosto.

"Vamos a ganar, contra quien sea", ha dicho Torres respecto a esa cita electoral. Por su parte, Arévalo de León ha mostrado su sorpresa por los resultados y ha afirmado que "los resultados son el agotamiento de la gente con la clase política tradicional". Asimismo, ha prometido "sacar al país del pantano" si los votantes le eligen en segunda vuelta.

El abogado Manuel Conde, de la agrupación política Vamos, que llevó al poder al actual presidente, Alejandro Giammattei, se sitúa en el tercer puesto con un 8% de los votos.

De los 9,3 millones de guatemaltecos llamados a las urnas, se calcula que el 41% no fueron a votar. En las anteriores elecciones, en 2019, la abstención fue del 38% en la primera vuelta y del 58% en la segunda.

Los comicios de este domingo tuvieron lugar en medio de un clima represivo y de múltiples acusaciones contra las autoridades. 

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) rechazó inscribir las candidaturas de Thelma Cabrera y Jordán Rodas, del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), y la de Roberto Arzú García-Granados y David Pineda, del partido Podemos. Ambas eran críticas con el sistema y se proyectaban como fuertes aspirantes en la contienda electoral.

Al mismo tiempo, el TSE permitió la inscripción de Zury Ríos Sosa, hija del dictador acusado de genocidio Efraín Ríos Montt, a pesar de que en Guatemala existe una norma que prohíbe la participación de parientes de golpistas en política. La mujer, que partía como una de las favoritas, ha logrado menos del 7% de los apoyos.

En los últimos años el país ha pasado de perseguir la corrupción a perseguir a los jueces y fiscales que investigaban los casos de corrupción, y abogados, fiscales y jueces han tenido que huir del país, así como informadores.

Este mes de junio, el periodista José Rubén Zamora, detenido en 2022, ha sido condenado a seis años de prisión por lavado de dinero, en lo que grupos de libertad de prensa han denunciado como un intento de Giammattei de silenciar una de las voces más críticas del país.