Los procesos abiertos en Alemania en relación con crímenes cometidos por los nazis ascienden todavía hoy, 74 años después del fin de la II Guerra Mundial, a 29, con alrededor de cincuenta personas acusadas, de las cuales en algunos casos se desconoce si ya han muerto.
Según publica hoy el programa político "Panorama 3" de la televisión pública NDR, los acusados, entre los que también se cuentan mujeres, se enfrentan a los cargos de asesinato o complicidad en asesinato, en parte en miles de casos.
Contra otras personas se están llevando a cabo investigaciones preliminares para determinar si hay evidencias que confirmen una sospecha inicial.
A mediados de octubre comienza en la Audiencia Provincial de Hamburgo (norte) el juicio contra un exguardia del campo de concentración nazi de Stutthof, Bruno D., de 93 años, acusado de complicidad en asesinato en 5.230 casos.
También en Hamburgo sigue abierta una investigación contra una exguardia del campo de concentración de Bergen-Belsen, de 97 años, acusada de haber participado en 1945 en una de las llamadas marchas de la muerte en la que murieron 1.400 presas.
En la mayoría de los 29 casos abiertos se trata de exguardias de campos de concentración, de los que se considera que como parte de la maquinaria contribuyeron al asesinato sistemático de los perseguidos por el nazismo.
Los procesos se reparten por toda la geografía alemana, aunque la mayoría están en manos de la Fiscalía de Neuruppin (noreste) -doce casos- y Erfurt (centro) -seis-.
Mientras la Fiscalía de Neuruppin se encarga de los crímenes cometidos en los campos de Sachsenhausen y Ravensbrück, la de Erfurt estudia los del campo de Buchenwald.
También hay procesos abiertos en los estados federados de Renania del Norte-Westfalia (oeste), Hesse (centro), Baviera (sur) y Schleswig-Holstein (norte).