Arabia Saudí permitirá desde este sábado por primera vez la entrada de turistas extranjeros en el país. Hasta ahora los visados de entrada estaban principalmente restringidos a peregrinos, inversores y trabajadores expatriados.
Las mujeres podrán viajar solas y sin abaya, aunque habrá un código de vestimenta obligatorio: "Se pide tanto a las mujeres como a los hombres vestirse de forma modesta en público, evitando ropa ajustada o ropa con imágenes o lenguaje profanos", señala la Comisión Saudí para el Turismo y el Patrimonio. "Las mujeres deben cubrirse los hombros y las rodillas cuando estén en público", añade.
En las playas públicas, se espera que los visitantes lleven "ropa modesta", mientras que en las playas privadas, spas y piscinas "es discreción de cada entidad privada determinar su política".
"Las muestras públicas de afecto no son consistentes con la cultura local", sostiene la comisión. Las autoridades afirman que las parejas no casadas "podrán compartir alojamiento" y respecto a la comunidad LGTBI sostienen: "No pedimos a nadie que revele su información personal". "Como es el caso cuando se visita otros países, es importante respetar la cultura local y comportarse de una forma sensible". Según informa Amnistía Internacional, Arabia Saudí es uno de los nueve países del mundo en los que las relaciones homosexuales pueden castigarse con la pena de muerte.
El anuncio se produce en medio de la tensión generada por el ataque con drones y misiles a la refinería saudí más grande del mundo. Tanto Arabia Saudí como Estados Unidos acusan a Irán del ataque. Mientras el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, intenta cambiar la imagen pública de Arabia Saudí en el mundo con reformas, a nivel interno ha perseguido a opositores políticos y mujeres activistas.
El Gobierno ha abierto un proceso de visados electrónicos para 49 países, entre los que se incluye España. Ciudadanos del resto de países podrán viajar al país, pero tendrán que solicitar sus visados en los consulados correspondientes.
Esta iniciativa forma parte del programa 'Vision 2030', cuyo principal objetivo es la diversificación de la economía y reducir la dependencia del petróleo. El Gobierno pretende que en estos diez años, el turismo pase del 3% al 10% del PIB. Para el 2030, la monarquía absoluta pretende atraer 100 millones de turistas al año lo que, según sus cálculos, generaría un millón de nuevos puestos de trabajo y la creación de 500.000 nuevas habitaciones de hotel.