Tanques israelíes han alcanzado el centro de Rafah por primera vez este martes, según testigos citados por la agencia Reuters, tres semanas después del comienzo de una operación terrestre en la ciudad del extremo sur de la Franja de Gaza.
Según Reuters, los vehículos han sido vistos cerca de la mezquita de Al-Awda, un lugar emblemático del centro de Rafah.
El Ejército de Israel ha vuelto a bombardear esta madrugada Rafah, donde ha matado a 16 personas apenas 24 horas después del ataque que acabó con la vida de otras 45 personas, asfixiadas y calcinadas por las bombas que quemaron las tiendas de campaña en las que se refugiaban, en una masacre que conmocionó al mundo.
Según informan a EFE fuentes desde Rafah, al menos siete personas murieron la pasada noche en la zona de Al Hashash, mientras que otras siete perecieron en ataques contra el campamento de desplazados en Al Baraksat, en el noroeste de la localidad y próximo a los refugios de la UNRWA, donde miles de personas se refugian huyendo de la violencia israelí. Otros dos gazatíes, en concreto un anciano y un niño de diez años identificado como Muhamad al Faraa, fallecieron en ataques de artillería, también en Rafah.
La familia del niño ha declarado al canal catarí Al Jazeera que su domicilio fue blanco de un bombardeo cuando se disponían a abandonar el barrio de Zourob, donde las fuerzas israelíes están incrementado sus ataques, en busca de algún lugar seguro.
Esta madrugada también hubo movimientos de vehículos militares israelíes y excavadoras “bajo intensos disparos de bombas de humo y bengalas”, además del uso de helicópteros y drones, en este mismo barrio, informan a EFE fuentes locales.
Otras seis personas han muerto en un ataque israelí en el norte de Gaza en el que también resultó herido un doctor cerca del hospital Kamal Adwan, que dejó de funcionar hace más de una semana tras un duro asedio militar, recoge la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
También hubo intensos bombardeos en el barrio de Tal al Sultan, supuesta “zona segura” en el noroeste de Rafah con cientos de desplazados y donde la madrugada del domingo se masacró a medio centenar de gazatíes. Solo en las últimas 24 horas, el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha informado de la muerte de 46 personas además de 110 nuevos heridos.
Los hospitales de campaña no dan abastoMédicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que parte de su personal ha quedado “bloqueado en el centro de estabilización de pacientes” de Tal al Sultan tras una “noche de incesantes explosiones en Rafah”. Martina Marchiò, coordinadora médica de MSF en Gaza, cuenta que a lo largo de la noche “se han producido ataques cerca del centro de Tal al Sultan, donde ayer atendimos durante todo el día a los heridos” del ataque israelí del día anterior. “No se ha permitido salir a los trabajadores que deberían haber terminado sus turnos, mientras que los que tendrían que haber empezado a trabajar esta mañana han tenido que desistir de hacerlo a causa de los combates”, señala Marchiò, al tiempo que desde la organización exigen “un alto el fuego inmediato”.
Los heridos de los últimos ataques de las fuerzas israelíes en Rafah han inundado los escasos servicios médicos en funcionamiento, mientras que cargamentos de suministros médicos siguen bloqueados en la frontera sin poder entrar al territorio palestino, según informan los organismos de la ONU.
El director de Sanidad de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Akihiro Seita, ha explicado en Ginebra que se está haciendo todo lo posible para “estabilizar” a los heridos, vendarlos y evitar infecciones, ya que la capacidad de realizar cirugías complejas es muy limitada. En Rafah queda funcionando un sólo hospital de manera parcial y operan otros cinco hospitales de campaña que no dan abasto para atender a los heridos, indica la OMS.
La OMS apunta que unas 10.000 personas enfermas y heridas graves necesitan ser evacuadas de la Franja de Gaza para recibir el tratamiento que requieren. Se estima que un número indeterminado de estas mueren a la espera de recibir de Israel la autorización de salida.
Rafah, donde más de un millón de desplazados se encuentran hacinados y sin servicios de saneamiento o agua potable, continúa en el foco de la ofensiva israelí a pesar de la condena internacional y la orden de la Corte Internacional de Justicia, emitida el pasado viernes, para la detención “inmediata” de la operación en dicho territorio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que la muerte de civiles en el ataque este lunes es un “trágico percance” y aseguró que el Ejército está investigando el caso.
Desde octubre, el Ejército de Israel ha matado a 36.096 personas y herido a 81.136 en Gaza, según el recuento de los hospitales de la Franja. Las autoridades estiman que todavía permanecen enterrados bajo los escombros los cuerpos de unos 10.000 desaparecidos. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños.