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Qué está pasando en Alepo y cómo puede repercutir en el conflicto de Siria

Qué está pasando en Alepo y cómo puede repercutir en el conflicto de Siria

Los principales grupos rebeldes sirios han lanzado la más rápida ofensiva contra territorios controlados por las fuerzas gubernamentales y el mayor desafío al presidente, Bachar al Asad, desde hace años

Grupos rebeldes sirios apoyados por Turquía lanzan una gran ofensiva cerca de Alepo

En medio de la escalada de la violencia en todo Oriente Medio, que se ha propagado desde la Franja de Gaza hasta Irán, la guerra en Siria parecía estancada o, incluso, decidida, con el presidente, Bashar al Asad, en el poder después de una de las revueltas más feroces de las que estallaron en 2011 en el mundo árabe.

Pero hace pocos días, en un giro inesperado, los rebeldes islamistas que llevan años luchando contra Al Asad lanzaron una sorpresiva y eficaz ofensiva contra Alepo, la segunda ciudad de Siria, situada en el noroeste del país. Las tropas gubernamentales cedieron rápidamente frente al avance de los insurgentes y los combates continúan hasta el día de hoy en esta zona y en otras. Rusia está apoyando con su aviación al Ejército sirio, que ha incrementado sus ataques contra las áreas opositoras, donde han muerto más de 500 personas, incluidos más de 90 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Estos son los principales acontecimientos y actores de la batalla que se está librando en el noroeste de Siria, que podría repercutir en el desarrollo del conflicto que ha vuelto a activarse y amenaza con desestabilizar aún más la región, con la intervención de Turquía –a favor de los rebeldes–, y de Rusia, Irán y milicias chiíes libanesas e iraquíes en apoyo de Al Asad.

Alepo, una ciudad muy disputada

Desde que en 2011 estalló en Siria la revuelta contra el Gobierno de Al Asad, Alepo ha sido una de las ciudades más disputadas, por su importancia estratégica y simbólica. La urbe es la segunda más grande de Siria y un centro económico muy destacado del país, con lazos comerciales importantes con Turquía.

Fue escenario de una de las batallas más cruentas del conflicto entre los rebeldes y el Ejército sirio (apoyado por Rusia y las milicias chiíes aliadas): las fuerzas gubernamentales acabaron tomando el control de Alepo en 2016, pero la ciudad quedó destruida en gran parte y, en febrero de 2023, se vio muy afectada por el terremoto que se originó en Turquía, al otro lado de la frontera, que dejó además miles de muertos.

A pesar de que en la provincia noroccidental de Alepo hay zonas en manos de los rebeldes sirios, la ciudad había permanecido en manos de las fuerzas gubernamentales y bajo el control firme de las autoridades de Damasco hasta la semana pasada.

¿Quiénes son los rebeldes que han lanzado la ofensiva?

En Siria hay diferentes grupos armados opositores al régimen de Al Asad. Los más potentes integran una coalición de tendencia islamista liderada por el Organismo de Liberación del Levante (creado en 2016 a raíz del Frente al Nusra, que fue la filial de Al Qaeda en Siria). Ese organismo gobierna de facto Idlib, el último bastión rebelde del país, donde en 2017 se estableció una administración opositora.

El pasado miércoles, el Organismo de Liberación del Levante (HTS, por las siglas de su nombre en árabe) y otros grupos aliados lanzaron un órdago contra posiciones gubernamentales y, en pocos días, han entrado en la ciudad de Alepo, controlan la totalidad la provincia de Idlib (al oeste de la de Alepo) y han avanzado en el norte de la provincia de Hama (situada al sur de las dos anteriores). La operación ha sido bautizada “disuasión de la agresión”.

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La batalla por la ciudad de Alepo

N

100 km

TURQUÍA

Mersin

Alepo

Idlib

SIRIA

LÍBANO

Beirut

Damasco

ISRAEL

IRAK

JORDANIA

GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ

La batalla por la ciudad de Alepo

Damasco

N

100 km

Mersin

TURQUÍA

Alepo

Idlib

SIRIA

LÍBANO

Beirut

Damasco

ISRAEL

IRAK

Tel Aviv

JORDANIA

Jerusalén

GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ

Parece que el objetivo de los rebeldes era ensanchar la zona de contención alrededor de Idlib para alejar a las fuerzas leales a Al Asad y evitar así sus ataques contra la provincia que dominan, pero el éxito de la ofensiva les ha empujado a seguir avanzando también hacia el sur, en dirección a Hama, otra importante urbe siria.

Broderick McDonald, investigador asociado del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización (ICSR, en inglés) del King's College de Londres, ha explicado a la Agencia EFE que la oposición armada tiene una “nueva confianza en que puede desafiar de forma significativa al régimen y salir del noroeste de Siria, cambiando la dirección de la guerra civil siria, que ha visto como los frentes se congelaban en gran medida en los últimos cinco años”.

El papel de Turquía

Turquía es uno de los principales apoyos de los grupos de la oposición en Siria, pero recientemente había mostrado interés en una normalización de las relaciones con el régimen de Al Asad para, sobre todo, enviar de vuelta a los millones de refugiados sirios desplazados por el conflicto –en su mayoría, suníes procedentes de las zonas opositoras–. Esas negociaciones fracasaron porque Damasco se niega a hablar con Ankara hasta que retire sus tropas del norte de Siria; el Gobierno ha indicado en meses pasados que esa retirada solo se podría producir tras una reconciliación creíble entre el régimen y la oposición para evitar una nueva huida masiva de sirios hacia Turquía.

El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan niega estar detrás de la ofensiva de los rebeldes sirios, pero fuentes de la oposición en contacto con la inteligencia turca han afirmado que éste había dado su visto bueno a la ofensiva, según la agencia Reuters.

Soner Cagaptay, investigador de Turquía en el centro de estudios Washington Institute, señala que el papel de Turquía es más grande de lo que se ve a simple vista y que su objetivo es explotar el hecho de que el grupo chií libanés Hizbulá está prestando menos apoyo a Al Asad –por su conflicto con Israel– para que el presidente vuelva a negociar desde una posición más debilitada.

Por su parte, Charles Lister, director del programa de Siria del Middle East Institute, dice: “Claramente, Al Asad ve esto como una maniobra de poder de Turquía, pero [el presidente sirio] necesita ayuda regional para intervenir en su nombre”. Con esta ofensiva, Turquía consigue posicionarse mejor en una futura negociación para forzar al Gobierno sirio a aceptar un acuerdo con la oposición que permita el regreso de los refugiados.

Su ministro de Exteriores, Hakan Fidan, ha recibido este lunes en Ankara a su homólogo iraní —que a su vez venía de una visita en Siria—, y ha asegurado que “es un error” explicar el conflicto en Siria “a través de intervenciones externas”. “Los acontecimientos recientes muestran una vez más que Damasco debe llegar a un acuerdo con su propio pueblo y la oposición legítima. Turquía está dispuesta a proporcionar todas las contribuciones necesarias”.

Fidan también se ha referido a una de las principales preocupaciones turcas respecto al conflicto en Siria y el motivo por el cual ha desplegado tropas en el país vecino: “Turquía nunca va a permitir a las organizaciones terroristas que exploten el ambiente de inestabilidad”, ha afirmado en referencia a los grupos kurdo-sirios, considerados terroristas por Ankara. La población de etnia kurda ha huido frente al avance de los rebeldes respaldados por Turquía, que han tomado la localidad de Tel al Rifaat, al norte de Alepo, y las fuerzas kurdo-sirias se han retirado sin ofrecer resistencia.

¿Cómo han reaccionado el régimen de Al Assad y sus aliados?

En un primer momento, las tropas de Damasco se retiraron de Alepo ante el ataque de “organizaciones terroristas armadas”. A pesar de haber reconocido pérdidas en sus filas, el Ejército sirio aseguró que retomaría el control de la ciudad y toda la provincia de Alepo. Este lunes ha informado de que está repeliendo el ataque de los rebeldes en Hama y que ha matado a decenas de combatientes en “ataques aéreos conjuntos sirios y rusos”.

Las fuerzas rusas, que participan en la guerra siria desde 2015 en contra de los grupos “terroristas” opositores a Al Asad, han confirmado que han efectuado bombardeos contra los insurgentes en las provincias de Idlib, Hama y Alepo para frenar su avance.

Según un comunicado de este lunes del Kremlin, Rusia e Irán han expresado su apoyo “incondicional” al Gobierno sirio y han rechazado los intentos de los rebeldes de “socavar la soberanía y la estabilidad política, social y económica del Estado sirio”. El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, han hablado este lunes por teléfono y han expresado su apoyo a “las autoridades de Siria para restablecer el orden constitucional y la integridad territorial del país”, de acuerdo con el comunicado citado por EFE.

Desder Teherán, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, ha declarado que su país mantendrá a los “asesores militares” en Siria. “Nuestros asesores militares estaban presentes en Siria, siguen estando presentes y permanecerán en el país por invitación de su gobierno”, ha afirmado en una rueda de prensa.

Los rebeldes sirios han aprovecha un momento en el que los principales aliados del régimen sirio están luchando otros conflictos y sus esfuerzos bélicos están concentrados en otros frentes: Rusia, en Ucrania, e Irán, en la tensión con Israel, que en los pasados meses ha desembocado en los primeros ataques directos entre los dos enemigos (el hecho de que Irán esté más centrado en su propia defensa, hace que destine menos recursos a los grupos chiíes que apoya, algunos de los cuales también luchan a favor de Al Asad en Siria).

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