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El Gobierno de Meloni espió a periodistas críticos y ONG con un programa israelí similar a Pegasus

El Gobierno de Meloni espió a periodistas y ONG con un programa israelí similar a Pegasus

El Ejecutivo italiano ha negado en varias ocasiones el espionaje, aunque The Guardian y diversos medios israelíes han confirmado que Italia es uno de los clientes de la empresa de ciberdefensa propietaria del software que permite hackear dispositivos móviles

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Un nuevo escándalo asola al gobierno de Italia. A lo largo de esta última semana se han conocido diversas informaciones acerca de un nuevo caso de espionaje mediante tecnología israelí.

A través de él, el Ejecutivo de Giorgia Meloni habría accedido a los dispositivos móviles de al menos siete personas, entre ellas dos miembros de una ONG o el periodista Francesco Cancellato, director del medio Fanpage.

En un primer momento, el Gobierno italiano ha negado haber tenido cualquier implicación en el caso de espionaje desvelado por The Guardian el pasado 31 de enero y que afecta a más de 90 personas entre periodistas y miembros de la sociedad civil en al menos una docena de países.

Fuentes de la aplicación WhatsApp, filial de Meta, han confirmado al diario británico que han sido afectados los dispositivos de al menos siete personas en Italia, entre las que han sido identificados el director del diario italiano Fanpage, Francesco Cancellato, el cofundador de la organización benéfica de rescate Mediterranea Saving Humans, Luca Casarini, o el armador de esta misma ONG, Beppe Caccia.

Este viernes el caso ha vuelto a tomar fuerza después de que Matteo Salvini, viceprimer ministro y responsable del Ministerio de Infraestructuras y Transportes italiano, haya dejado caer que el espionaje contra el periodista Cancellato o dos miembros de la ONG Mediterranea Saving Humans “parece un ajuste de cuentas dentro de los servicios de Inteligencia”.

Salvini ha negado conocer la empresa israelí, aunque ha dicho que “es esencial un poco de claridad en lo que parece un ajuste de cuentas dentro de los servicios de Inteligencia que juegan un papel fundamental en la estabilidad, seguridad y democracia del país”.

El líder de la Lega asegura no tener constancia del uso del malware israelí, pero afirma que “en cualquier caso” el próximo lunes, cuando visite Israel, consultará directamente a las autoridades de Israel sobre el uso de este sistema.

La reacción de la oposición no se ha hecho esperar y la secretaria general del Partido Demócrata, Elly Schlein, ha pedido su comparecencia: “Si Salvini tiene elementos, que venga a informar al Parlamento”. La líder del PD volvió a acusar a Meloni de “esconderse” por no acudir a informar al Parlamento después de que el Gobierno negara en un comunicado el pasado miércoles su implicación en el ciberespionaje.

Angelo Bonelli, diputado de la opositora Alianza Verdes-Izquierda, ha defendido este viernes en declaraciones recogidas por EFE que el software de Paragon “fue usado contra quiénes se ocupan de la información y de los derechos humanos”.

“No puede ser casualidad que entre los vigilados estuvieran un periodista de un medio que indagó sobre el partido de Meloni y dos miembros de una ONG implicada en el rescate de migrantes”, añadió. “¿Quién autorizó esta vigilancia? ¿Con qué finalidad? La primera ministra, de quién depende el uso de Paragon, debe responder de inmediato”, concluyó.

El Gobierno no aclara si contrató el malware

El Ejecutivo derechista italiano no ha aclarado aún si es cliente de la empresa israelí Paragon Solutions o tiene acceso a este programa de espionaje. Al mismo tiempo, según informan tanto el diario británico The Guardian como diversos medios israelíes, las autoridades italianas están entre los usuarios de este sistema de hackeo de smartphones similar al programa Pegasus de NSO.

De acuerdo con la información inicial publicada por The Guardian, los expertos consultados afirman que el ataque consistía en un hackeo de “zero clicks”, lo que implica que los objetivos del espionaje no tuvieron que clicar en ningún tipo de enlace malicioso para que sus dispositivos se vieran comprometidos.

WhatsApp afirmaba en esta información que ha enviado una carta a la empresa Paragon y que está estudiando posibles acciones legales. La empresa tecnológica estadounidense defiende que los ataques fueron detectados y neutralizados en el mes de diciembre y que no está claro durante cuánto tiempo han podido estar comprometidas las comunicaciones de sus objetivos.

La red social ha ido notificando a las distintas víctimas acerca de su implicación en el presunto hackeo a través de su propia aplicación móvil.

Precisamente este jueves, el periódico inglés informaba acerca de la finalización del contrato de prestación de servicios firmado entre la empresa israelí y el gobierno italiano.

Paragon Solutions alega que la República de Italia ha violado los términos del acuerdo firmado con el Ejecutivo de Meloni, que presuntamente no permitía que periodistas o miembros de la sociedad civil fueran declarados como objetivos del programa espía.

En un comunicado, el Ejecutivo italiano alegaba el miércoles que ninguna de las personas a las que se había notificado haber sido espiadas estaban “sujetas al control de los servicios de inteligencia” y tachaba el asunto de “especialmente grave”. Además, se activó la Agencia Nacional de Ciberseguridad, que depende directamente de la oficina de la primera ministra.

Los espiados

En Italia, entre los usuarios afectados está Francesco Cancellato, director del medio digital Fanpage, que este pasado 2024 se infiltró en las juventudes de los Hermanos de Italia, el partido que lidera Giorgia Meloni. Fanpage publicó una investigación que revelaba la atmósfera de insultos antisemitas, comentarios racistas y saludos fascistas que circulaban de forma habitual entre los jóvenes de la llamada 'Juventud Nacional'.

Este miércoles, el diario Fanpage aseguró que “aún persisten dudas sobre el asunto” y que el caso es “cada vez más inquietante” por las informaciones que han circulado en los últimos días, entre ellas del diario israelí Ynet, que en un artículo reciente aseguraba que “el Gobierno italiano es cliente de Parangon”.

Otro de los italianos que aseguran haber sido espiados por este software maligno es Luca Casarini, uno de los fundadores y jefe de misión de la ONG Mediterranea Saving Humans, que se encarga de tareas de rescate de migrantes en el Mediterráneo central y que en los últimos años ha protagonizado distintas disputas con el Gobierno de Meloni.

“Sabemos que Luca, la actividad de rescate marítimo y la ayuda a personas encerradas en campos de concentración libios o deportadas al desierto están en el centro de la atención de los servicios secretos italianos” y su rama exterior (AISE), que “opera en Libia y Túnez”, dijo este miércoles Mediterranea en una nota previa a la declaración sobre el asunto del Ejecutivo.

“Surgen espontáneamente algunas preguntas: ¿autorizó el gobierno italiano una operación así? ¿Los servicios secretos italianos usan el software Paragon?”, se preguntó Mediterranea. Según añadió, la ONG inició una investigación propia “con equipos especializados”.

Casarini ya avanzó este jueves que presentará una denuncia para que se abra una investigación judicial. “Pediremos a los investigadores que averigüen qué ha sucedido y quién ha ordenado el espionaje de mi teléfono a través del software Pargon”, explicó Casarini a los medios.

Por su parte, el periodista Francesco Cancellato se preguntaba este jueves: “¿Por qué el Gobierno italiano mintió sobre Paragon?”. El periodista explica que quién espió su móvil “lo hizo porque buscaba documentos o pistas” sobre las próximas investigaciones de Fanpage. “¿Quién ordenó esta actividad de espionaje? Ésta es la pregunta más importante”, asegura el reportero.

Además, el activista libio Husam El Gomati, residente en Suecia y que ha denunciado la cooperación de Italia y Libia para frenar los flujos migratorios en el Mediterráneo, también ha asegurado haber sido espiado.

La empresa

Paragon Solutions, la creadora del 'programa espía' Graphite, es una empresa fundada por el antiguo primer ministro israelí Ehud Barak, tiene como principales clientes a agencias gubernamentales y fue adquirida recientemente por el grupo inversor estadounidense AE Industrial Partners por un valor de 900 millones de dólares.

Según informaciones recientes de medios israelíes, este acuerdo de compraventa no habría recibido todavía la aprobación del regulador, que al tratarse de una empresa relacionada con el espionaje es el Ministerio de Defensa de Israel. En su página web, se define como una empresa de “ciberdefensa” y ofrece soluciones “basadas en la ética” para “localizar y analizar datos digitales”, entrenar trabajadores digitales o “mitigar amenazas”.

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