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El Senado de EEUU confirma al antivacunas Robert F. Kennedy Jr para dirigir el Departamento de Sanidad de Trump

El Senado de EEUU confirma al antivacunas Robert F. Kennedy Jr para dirigir el Departamento de Sanidad de Trump

El abogado y sobrino de JFK ha sido uno de los candidatos del nuevo presidente de EEUU que más dudas afrontaba para ser certificado, pero Kennedy es oficialmente el nuevo titular de Sanidad con una votación de 52-48 en el Senado

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El Senado ha confirmado al antivacunas Robert F. Kennedy Jr. para liderar el Departamento de Salud. El abogado ambientalista ha sido uno de los candidatos de Trump que más dudas generaba antes de su certificación, pero Kennedy es oficialmente el nuevo titular de Sanidad con una votación de 52-48 en el Senado.

En la votación, el senador de Kentucky Mitch McConnell ha sido el único republicano que ha votado en contra de Kennedy. McConnell, que se está erigiendo en el último resquicio de la resistencia dentro del partido republicano contra los polémicos candidatos de Trump, tuvo polio cuando era niño. Por lo que es un gran defensor de las vacunas.

Uno de los votos clave para allanarle el camino como secretario de Salud ha sido el del senador republicano Bill Cassidy, quien, después de cuestionar duramente a Kennedy durante la audiencia de la semana pasada, anunció este martes en X que votaría “sí” tras recibir “compromisos serios” por parte del nuevo gobierno de Trump.

Kennedy ha sido uno de los candidatos más polémicos del nuevo gabinete de Trump debido a su postura antivacunas. En las últimas semanas ha intentado proyectar una imagen más moderada, enfocándose en campañas contra la comida ultraprocesada y las enfermedades crónicas. De hecho, durante la audiencia de confirmación en el Senado la semana pasada, Kennedy afirmó que estaba “a favor de las vacunas”.

“Los informes de prensa han dicho que estoy en contra de las vacunas o de cualquier industria. No soy ninguna de las dos cosas. Estoy a favor de la seguridad”, declaró Kennedy en su intervención inicial hace dos semanas.

El futuro secretario de Salud, cuya cartera incluye la supervisión de la FDA (la agencia que regula las vacunas en Estados Unidos, entre otras funciones), presidió hasta 2023 la organización sin ánimo de lucro antivacunas Children's Health Defense (CHD), dedicada a interponer demandas contra vacunas.

Inicialmente, Kennedy dejó la dirección de CHD para lanzar su campaña electoral en las elecciones de 2024. Sin embargo, en agosto decidió renunciar a su candidatura para apoyar a Trump y promover su propia versión del lema “Make America Great Again” (MAGA): “Make America Healthy Again” (MAHA). Como recompensa, el presidente lo nominó para liderar el Departamento de Salud.

Desde 2020, CHD ha presentado casi 30 demandas federales y estatales, muchas de ellas impugnando vacunas y órdenes de salud pública. El propio Kennedy ha figurado como abogado en algunos de los casos. Varias de estas demandas han sido interpuestas contra las mismas agencias federales que él deberá supervisar como secretario de Salud.

La lucha de Kennedy contra las vacunas no es solo ideológica, sino que también le genera beneficios económicos. Se ha demostrado que, aunque él no represente directamente las demandas contra las vacunas, recibe una comisión por los casos. En una demanda masiva contra la farmacéutica Merck por la vacuna del papiloma humano —conocida como Gardasil—, Kennedy jugó un papel clave en la construcción del caso a través de demandantes que aseguraban haber sufrido efectos secundarios graves.

“Estoy autorizado a recibir el 10% de los honorarios concedidos en casos con honorarios condicionales que haya referido al despacho”, escribió Kennedy en el acuerdo ético sobre el caso, en referencia a un pacto previo con WisnerBaum, el despacho de abogados que inició la demanda contra Merck. En el documento, Kennedy afirmaba que seguiría recibiendo comisiones por estos casos una vez asumiera el cargo de secretario de Salud, siempre que el dinero no proviniera de litigios abiertos contra el gobierno de Estados Unidos.

En una carta enviada a los senadores, Caroline Kennedy —hija del expresidente John F. Kennedy— denunció que su primo pretende seguir obteniendo beneficios de la demanda contra Merck por Gardasil. El año pasado, por ejemplo, ganó más de 850.000 dólares con este acuerdo. “En otras palabras, está dispuesto a enriquecerse negando el acceso a una vacuna que puede prevenir casi todas las formas de cáncer de cuello uterino y que ha sido administrada de manera segura a millones de niños y niñas”, escribió Caroline.

Caroline también calificó a su primo de “hipócrita”, asegurando que ha vacunado a todos sus hijos mientras hace campaña para que los demás no vacunen a los suyos. Kennedy ha cuestionado abiertamente la administración generalizada de las vacunas contra el sarampión y la polio, afirmando en una entrevista de pódcast el año pasado que él mismo no se pondría la vacuna contra el sarampión y restando importancia a la letalidad de la enfermedad, al atribuir las muertes por sarampión en África a la “desnutrición” y no a la enfermedad en sí.

Un abogado vinculado a Kennedy presentó en 2022 una petición a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para revocar la aprobación de la vacuna utilizada en EE.UU. para prevenir la polio.

El abogado, Aaron Siri, presentó la petición en nombre de Informed Consent Action Network (ICAN), una organización sin fines de lucro que cuestiona la seguridad de las vacunas y los mandatos de vacunación. Siri ha trabajado estrechamente con Kennedy en la selección de funcionarios para la nueva administración y también fue su abogado personal durante su campaña presidencial.

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