La reunión de la UE e Israel en el marco del Acuerdo de Asociación, cuya revisión pidieron España e Irlanda, se zanja con algunos reproches al Gobierno de Netanyahu, como la política de asentamientos ilegales o la decisión de vetar a la UNRWA
Israel dice que prolongará durante 2025 su ofensiva sobre Cisjordania y que no permitirá volver a los 40.000 palestinos desplazados en campos de refugiados
La UE e Israel mantendrán sus acuerdos preferentes en materia de comercio, a pesar de la masacre de Gaza.
En la reunión, que ha tardado desde entonces nueve meses en producirse, la UE ha acordado una posición de mínimos en la que mantiene el statu quo, pese a que “deplora profundamente la inaceptable cifra de civiles, especialmente mujeres y niños, que han perdido sus vidas, y la catastrófica situación humanitaria, especialmente causada por la entrada insuficiente de ayuda en Gaza”, según el documento al que ha tenido acceso elDiario.es.
El texto no acusa directamente a Israel de haber provocado ese bloqueo, que desató las alarmas de la ONU, pero sí reprende al Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu por su decisión de prohibir por ley la actividad de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). Así, condena “cualquier intento de obstruir su capacidad de operar”. España ha sido el país, junto con Irlanda, que más ha empujado por recoger las críticas a la actuación de Israel, consciente de que la ambición era limitada por la equidistancia de la mayoría de países europeos con Israel.
“Hay colectivos, como los defensores de derechos humanos, periodistas, miembros de ONG o de la UNRWA que han perecido bajo las bombas israelíes en Gaza y eso no puede quedar sin esclarecer”, ha advertido antes de la reunión el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que ha pedido “nuevas medidas contra los colonos violentos y todos los que quieran dañar la solución de dos Estados”. Netanyahu siempre se ha opuesto a esa posibilidad y su Gobierno ha aplicado una política que imposibilita de facto la creación de un Estado palestino.
En esa misma línea, la posición de los 27 es que se opone “con firmeza a todas las acciones que debilitan la solución de los dos Estados”, entre las que cita la expansión de los asentamientos ilegales y es en ese punto en el que se ha sentado en la mesa con una posición más dura. “La UE reitera su dura oposición a la política de asentamientos de Israel”, señala el documento, que recuerda que no reconocerá cambios en las fronteras pactadas en 1967: “La UE exige a Israel que pare la continuada expansión de los asentamientos”. “La UE condena con dureza la escalada en Cisjordania, incluyendo en Jerusalén Este”, agrega antes de apuntar igualmente a la “violencia de los colonos violentos”.
La UE también expone el apoyo a la Autoridad Palestina para que se haga con el control de los territorios de Gaza y Cisjordania, y reclama que cesen las actuaciones para debilitar a dicha institución: “La UE pide a Israel que apoye a la Autoridad Palestina para facilitar su regreso a Gaza y que libere los ingresos retenidos” por Israel [las ayudas y otros ingresos llegan a la Autoridad Palestina a través de Israel].
Sin embargo, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, ha dejado claro a su llegada a la reunión que ignora los llamamientos de la UE y ha justificado la entrada de tanques israelíes por primera vez en muchos años en Cisjordania, donde las tropas desarrollan una gran operación militar desde el 21 de enero en el norte de la zona. “Lo que estamos haciendo es lo que ustedes llaman Cisjordania y nosotros llamamos Judea y Samaria es defender nuestra seguridad. Son operaciones militares que tienen lugar allí contra los terroristas”, ha afirmado.
Previamente, se había reunido con la presidenta del Parlamento Europeo, la popular Roberta Metsola, a quien ha definido como “una verdadera amiga de Israel”, y ha cargado contra la Autoridad Palestina, a la que ha acusado de aplicar la política de “pagar por matar a los terroristas y sus familias”.
El ministro israelí era consciente antes de la reunión de que enfrentaría críticas. “Es legítimo que todo el mundo tenga su punto de vista, por eso estamos dialogando. Sabemos cómo enfrentar críticas, estamos acostumbrados a recibirlas, no importa mientras no estén conectadas a la deslegitimación, la demonización o los dobles raseros”, ha dicho.
“No se debe abusar de la legislación en materia de antiterrorismo o seguridad para debilitar los derechos fundamentales y las libertades. La UE pide a Israel que permita el acceso a Gaza de los medios de comunicación independientes, incluyendo los internacionales. La UE reitera su apoyo a los defensores de los derechos humanos, los periodistas y otros trabajadores de la información”, recoge el texto.
Albares, por su parte, ha admitido que a la UE le falta ambición, pero ha puesto en valor que haya una “posición común” que hace unos meses veía improbable. “Hoy era un intercambio con Israel, tenemos que hacer una reflexión de cómo conseguir que esos principios que están recogidos en ese acuerdo puedan aplicarse”, ha dicho el jefe de la diplomacia española. Sin embargo, en varios países, como Alemania, Holanda o en el equipo de la alta representante, Kaja Kallas, descartan que se vayan a dar pasos en la dirección de suspender las relaciones.
La principal crítica que hasta ahora había llegado desde el bloque comunitario en conjunto es el incumplimiento de las órdenes de la justicia internacional por parte de Netanyahu. “Israel está obligado por el derecho internacional humanitario y vinculado con las normas incluyendo, como una potencia ocupante, la obligación de proteger a la población bajo ocupación”, señala el documento, que no menciona expresamente a las más de 48.000 víctimas de Gaza, ni a los más de 40.000 palestinos que han tenido que abandonar sus hogares en los campos de refugiados de Ciosjordania, en el que supone el mayor desplazamiento de la población palestina fuera de la Franja de Gaza.
La organización Human Rights Watch pidió a Kallas y a los ministros de Exteriores de la UE que condenaran “los crímenes atroces de Israel y otras violaciones del derecho internacional” durante su reunión de este lunes. También solicitó en un comunicado que revisen el acuerdo de asociación con Israel, tal y como solicitaron España e Irlanda en febrero de 2024, porque el país hebreo no cumple con sus obligaciones respecto al respeto de los derechos humanos, informa Francesca Cicardi.
“La UE incluye cláusulas de derechos humanos en sus acuerdos bilaterales por una razón; sin embargo, con Israel, estas cláusulas parecen opcionales. Al celebrar esta reunión, la UE está dando a entender que todo sigue igual, como siempre. Esto no es diplomacia, es complicidad”, denuncia Agnès Bertrand-Sanz, experto de Oxfam.
Tras la reunión entre la UE e Israel, una treintena de eurodiputados de Los Verdes/ALE, entre ellos Jaume Asens (comunes) y Vicent Marzá (Compromís), y de La Izquierda, entre ellas Estrella Galán (Sumar) e Irene Montero e Isa Serra (Podemos) han enviado una carta a la jefa de la diplomacia para exigir la ruptura del acuerdo de asociación. Por su parte, la parlamentaria del BNG Ana Miranda ha criticado que Metsola recibiera al ministro de ese país.