El ataque en la ciudad de Suny el Domingo de Ramos en plenas conversaciones entre EEUU y Rusia sobrecoge a los países europeos, que siempre recelaron de las intenciones de Putin
Al menos 34 personas muertas y un centenar heridas por un ataque ruso con misiles en la ciudad ucraniana de Sumy
La Unión Europea siempre ha visto con escepticismo las negociaciones iniciadas entre Donald Trump y Vladímir Putin. Primero porque Ucrania y los 27 se quedaron fuera.
“Los atroces ataques son la respuesta burlona de Rusia. Espero que el presidente Trump y su administración vean que el líder de Rusia se está burlando de su buena voluntad y espero que se tomen las decisiones correctas”, ha firmado el ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, que ha sido el más elocuente en sus declaraciones a la llegada a una reunión con sus homólogos en Luxemburgo. Pero todos, de una manera u otra, han enviado el mismo recado.
“Estoy segura de que EEUU, su pueblo y sus líderes saben que no fue un accidente sino que Rusia estaba atacando civiles, a la gente que iba a la iglesia. Esto muestra que sólo hay una persona que no está interesada en la paz, que es Putin”, ha dicho la finlandesa, Elina Valtonen, que ha recordado que esos bombardeos se produjeron apenas horas después de que el enviado de Trump, Steve Witkoff, viajara a San Petersburgo para reunirse por tercera vez con el presidente ruso y constatara que no hay avances en las negociaciones.
“Es un crimen de guerra y una humillación a quienes ponen esfuerzo diplomático para parar esta guerra y lograr al menos un alto el fuego para que empiecen las negociaciones”, ha advertido el lituano Kęstutis Budrys. ¿Está aprendiendo Trump con lo que está ocurriendo?, le han preguntado a la ministra letona, Baiba Braze: “No sé lo que esta aprendiendo o no, pero los hechos está,n en el terreno a la vista de todo el mundo. Rusia está matando civiles en el camino a la iglesia (...). Los rusos saben lo que están haciendo”.
La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha recordado que Ucrania aceptó un “alto el fuego incondicional” hace un mes. “No vemos eso por parte de Rusia”, ha dicho antes de apelar a los 27 a “apoyar más a Ucrania”. Kallas, que fracasó en su intento de que la UE enviara 40.000 millones de ayuda, ha recordado que está sobre la mesa la propuesta para enviar 2.000 millones en munición.
A lo que han apelado varios ministros ha sido a la necesidad de aprobar un nuevo paquete de sanciones (sería el 17º desde que comenzó la invasión) para seguir presionando a Moscú. No obstante, la UE tiene un obstáculo interno, que es el Gobierno ultraderechista de Viktor Orbán, que es el más próximo a Putin.
“Está claro que Vladimir Putin no tiene intención de avanzar en esta dirección [un acuerdo para un alto el fuego]. Por lo tanto, hay que obligarle a hacerlo. Y por eso pido a la Unión Europea que imponga las sanciones más duras a Rusia para ahogar su economía e impedir que alimente su esfuerzo bélico”, ha dicho el ministro francés, Jean-Noël Barrot, que ha instado a EEUU a hacer lo mismo para “obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones”. “El propio presidente Trump ha dedicado mucho tiempo y energía a ello”, ha recordado.
“Cuanto más amplio sea este apoyo en todo el mundo, más probable será que algún día podamos avanzar por fin hacia la paz en Europa. Una sola persona lo impide: el presidente ruso Putin”, ha señalado en esa misma línea la alemana, Annalena Baerbock.