Primero se preguntó por el "lugar en el infierno para quienes promovieron el Brexit sin un plan de cómo llevarlo a cabo", y ahora se pregunta a dónde va Boris Johnson. Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, la institución comunitaria encargada de coordinar a los 28 Estados miembros y sus líderes ha vuelto estallar a las puertas del abismo: un Brexit sin acuerdo en apenas tres semanas.
.@BorisJohnson, what’s at stake is not winning some stupid blame game. At stake is the future of Europe and the UK as well as the security and interests of our people. You don’t want a deal, you don’t want an extension, you don’t want to revoke, quo vadis?
— Donald Tusk (@eucopresident) October 8, 2019"Boris Johnson, lo que está en juego no es ganar un juego estúpido de quién tiene la culpa.
La reacción de Tusk ha llegado después de que el Gobierno británico afirmara que alcanzar un acuerdo para el Brexit con Bruselas era "esencialmente imposible", tras una conversación este martes entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro, Boris Johnson.
Según una fuente de Downing Street citada por medios británicos, Merkel consideró que llegar a un consenso, en base a esas nuevas propuestas, es ahora "abrumadoramente improbable". También indicó, según los medios británicos, que será imposible llegar a un acuerdo a menos que Irlanda del Norte continúe dentro de la unión aduanera.
Tras la citada conversación telefónica, recoge Efe, la fuente oficial de Downing Street acusó a la UE de "querer torpedear el acuerdo del Viernes Santo", el proceso de paz acordado en Irlanda del Norte, con su negativa a aceptar las propuestas del primer ministro.
Johnson ha insistido en que Reino Unido dejará la UE el próximo día 31, con o sin pacto, pese a la legislación aprobada el pasado septiembre por el Parlamento, que obliga al jefe del Ejecutivo a solicitar una nueva prórroga si no se ha logrado un acuerdo para el día 19.
Londres entregó a Bruselas la pasada semana su nueva propuesta, basada en limitar ciertos aspectos de la salvaguarda, diseñada para evitar una frontera en Irlanda del Norte tras el Brexit. De acuerdo con esa cláusula, Irlanda del Norte permanecería en el mercado único y la unión aduanera comunitarias hasta que Londres y Bruselas lleguen a un acuerdo sobre su futura relación comercial.
Pero en el nuevo plan de Johnson, explica Efe, se propone que Irlanda del Norte abandone el mercado único europeo, aunque su regulación sobre comercio y mercancías, incluidos los productos agrícolas y alimentarios, continuaría alineada con la UE y, por tanto, con la República de Irlanda.