Españoles y portugueses compartieron hoy mesa y mantel en la ciudad costera lusa de Figueira da Foz para poner en valor la gastronomía más tradicional de ambos lados de La Raya con un recetario conjunto.

Los huevos con farinato de Ciudad Rodrigo (España), los judiones estofados de Valladolid o platos típicos de la gastronomía portuguesa como la "chanfana" de Coimbra, los ovos moles de Aveiro, las patatas de calabaza de Figueira o la morcilla de Guarda fueron algunos de los protagonistas.

El Mercado de Figueira da Foz acogió este miércoles varias presentaciones en vivo de cocineros españoles y portugueses que, además de mostrar los secretos de cada receta, hacen un repaso histórico de cada plato, algunos de ellos ligados al devenir bélico que comparten los territorios de La Raya hispanolusa.

Un buen ejemplo son los huevos fritos con farinato, un plato que distingue a la localidad amurallada de Ciudad Rodrigo (Salamanca), cuyos habitantes también son conocidos como "farinatos".

La encargada de exhibir la receta en Figueira da Foz fue la cocinera mirobrigense Leticia Martín, que mostró su destreza a la hora de mezclar los huevos con el farinato.

Se trata de un embutido elaborado desde hace siglos a base de pan y grasa de cerdo que sobraba en la matanza del "cebón", de ahí que se le conozca también como el "embutido de los pobres", ya que lo consumían quienes no se podían permitir comer chorizo. También se come en Portugal bajo el nombre de "farinheira".

Para su promoción conjunta, la red de ciudades CENCYL (Centro de Portugal y la región española de Castilla y León) ha elaborado un recetario en español y portugués titulado "As nossas mesas" que se distribuirá en los dos países y que está financiado con fondos del Programa Operativo de Cooperación Territorial entre España y Portugal (POCTEP).

"Este trabajo en cooperación es muy importante", aseguró hoy a EFE la concejal delegada de Turismo en Ciudad Rodrigo Beatriz Jorge Carpio, ya que, a su juicio, "la gastronomía es fundamental" a la hora de atraer turistas a cualquier destino ibérico.

En el mercado de Figueira da Foz, los visitantes, presenciaron la elaboración -y degustaron- los platos más singulares de las siete ciudades CENCYL (Valladolid, Salamanca, Ciudad Rodrigo -España- y las lusas Guarda, Coimbra, Viseu, Aveiro y Figueira da Foz).

Fue el caso de la tradicional morcilla de Guarda, un embutido con denominación de origen, o el afamado arroz de carqueja de Viseu.

La historia hispanolusa también se unió durante la presentación de la típica chanfana (chanfaina en español) de Coimbra.

Según la tradición, en la región Centro lusa y en la zona fronteriza española, tal fue la miseria que dejaron las tropas francesas durante las invasiones napoleónicas (principios del siglo XIX), que los pastores solo podían alimentarse de las vísceras. De ahí nació la chanfaina de cordero o cabrito, elaborada con las tripas de estos animales.

El bucho, "hermano" del típico botillo español de la comarca leonesa de El Bierzo, fue otro de los platos estrella de la convocatoria.

Se trata de un embutido de cerdo que enfusaban los pastores trashumantes para tener comida durante todos los meses en los que recorrían La Raya, desde Los Montes de León hasta la frontera del río Tajo.

Las recetas de dulces conventuales tienen un capítulo especial en este recetario hispanoluso, en el que son protagonistas los típicos "ovos moles" de Aveiro.

Estos postres fueron creados por las monjas del extinto Convento de Jesús de Aveiro y su homólogo en España serían las yemas de Santa Teresa de Ávila.

Tal es la demanda de este dulce que en Aveiro hay 40 fábricas que elaboran a diario esta receta conventual.El objetivo es claro, que La Raya sea también un destino turístico de excelencia por su gastronomía.

Por Carlos García