Fuerzas afines al mariscal Jalifa Hafter derribaron un dron de combate de fabricación turca durante los combates que se recrudecieron el viernes por la noche en el sur de Trípoli, informaron este sábado a Efe fuentes de Seguridad.
El aparato, un equipo táctico UAS Bayratkar, fue abatido cuando sobrevolaba la localidad de Ain Zara, situada en uno de los ejes que conducen al antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, ahora en desuso, añadieron las fuentes.
Los enfrentamientos armados entre milicias afines al gobierno sostenido por la ONU en la capital (GNA) y fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país, estallaron el viernes, escasas horas después de éste anunciara el inicio de una ofensiva "definitiva" para tomar la ciudad.
Fuertes de Seguridad vinculadas al GNA aseguraron que sus hombres lograron frenar una incursión de la fuerza enemiga (el llamado Ejército Nacional Libio, LNA) en torno a la mezquita de Al Tugara, próxima al citado aeródromo internacional, una posición estratégica para la defensa y conquista de la capital libia.
"La zona ha sido recuperada las fuerzas de Hafter, que anoche se habían infiltrado en ella, expulsadas. Han sufrido bajas humanas y técnicas", aseguró una fuente militar de la operación "Volcán de la Ira", en la que participa el GNA y la vecina ciudad-estado de Misrata.
La fuente aseguró que entre las víctimas mortales hay mercenarios "de nacionalidad rusa", información que no ha sido confirmada no desmentida por otras fuentes.
HAFTER, DECIDIO A UNA OFENSIVA "DECISIVA" SOBRE TRÍPOLI
Hafter, que tutela el gobierno no reconocido en Tobruk, anunció el jueves que sus tropas estaban listas para lanzar una ofensiva "decisiva" en la lucha por Trípoli, único territorio junto a Misrata y la ciudad de Sirte que escapa a su control.
En un comunicado, el jefe del LNA dijo que la orden era muy clara: "avanzar hacia el corazón de la capital para liberarla"
"Ofrecemos garantías de seguridad a los militantes en Trípoli que se avengan a abandonar las armas", añadió la nota, emitida escasas horas después de que los combates se recrudecieran en todo el cordón sur de la capital.
El extrarradio sur de la capital libia es escenario de combates diarios desde que el pasado 4 de abril Hafter le puso cerco con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de visita oficial en un claro mensaje a la comunidad internacional.
Desde entonces, más de un millar y medio de personas han muerto, más de 5.000 han resultado heridas y más de 100.000 se han visto obligadas a abandonar su hogar y convertirse en desplazados internos.
Hafter cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Rusia y Francia mientras que al gobierno reconocido por la ONU lo respaldan militar y políticamente Turquía y Catar.
PROPUESTAS DE DIÁLOGO Y DE CALMA
El jueves, el ministerio de Asuntos Exteriores ruso propuso a las partes en conflicto iniciar un diálogo mientras que los gobiernos de Francia, Alemania e Italia instaron a la calma y a buscar una salida política.
Turquía, por su parte, se dijo preparada -si es necesario- para enviar tropas en apoyo del GNA y Misrata.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.
En la actualidad tiene dos gobiernos: el de Trípoli, aliado de la poderosa Misrata, y el tutelado por Hafter, un exmiembro de la cúpula gadafista reclutado en la década de los ochenta por la CIA y trasladado a EEUU, donde adquirió la nacionalidad y se convirtió en el principal opositor en el exilio.