El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, conversó con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, sobre los recientes ataques en Irak.

En un comunicado difundido este lunes, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, explicó que en la conversación telefónica ambos líderes dialogaron sobre los ataques "que llevaron a la trágica muerte de un ciudadano estadounidense y pusieron en peligro muchas otras vidas de estadounidenses".

"El secretario reiteró que las acciones defensivas de respuesta tomadas por Estados Unidos estuvieron dirigidos a disuadir a Irak", señaló la portavoz, sobre la operación de Washington contra milicias chiíes en el oeste de ese país Pompeo, según la nota, acordó permanecer en estrecha comunicación con Guterres.

El Pentágono informó el domingo que Estados Unidos llevó a cabo "ataques defensivos" en Irak y Siria contra la milicia chií Kata'ib Hizbulá (KH), tras la muerte el viernes de un contratista estadounidense debido a los cohetes lanzadas contra una base militar en Kirkuk (Irak).

"En respuesta a los ataques repetidos de Kata'ib Hizbulá sobre bases iraquíes que albergan a fuerzas de la coalición, Estados Unidos ha realizado ataques defensivos de precisión que degradarán su capacidad para futuros ataques a la coalición", indicó Jonathan Hoffman, portavoz del Pentágono, en un comunicado.

Precisó que las operaciones tuvieron como objetivo tres refugios de esta milicia chií respaldada por Irán en Irak y dos en Siria dedicados "al almacenamiento de armas y centros de comando y control utilizados por KH".

El Pentágono considera que Kata'ib Hizbulá es responsable de la muerte de un contratista estadounidense en un ataque contra una base militar en Kirkuk con más de 30 cohetes en el que resultaron heridos, además, varios militares estadounidenses e iraquíes.

Las milicias progubernamentales iraquíes Multitud Popular, integradas principalmente por chiíes, denunciaron este lunes que veinticinco de sus hombres fallecieron por el ataque estadounidense contra las sedes de las brigadas 45 y 46 en la provincia de Al Anbar, fronteriza con Siria.

Además 51 milicianos resultaron heridos por la "agresión brutal", tal y como la calificó en un comunicado un dirigente de Multitud Popular, que ha desempeñado un papel destacado en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en los pasados años y ha sido un apoyo fundamental para las tropas regulares iraquíes.