Segunda votación de Boris Johnson en la Cámara de los Comunes como primer ministro y segunda derrota. El Parlamento ha aprobado un proyecto de ley que pretende desmontar la estrategia de Johnson para garantizar el Brexit el 31 de octubre, haya o no haya acuerdo.
La ley en cuestión, que ha recibido el apoyo de 327 diputados y la oposición de otros 299, establece que si no se logra un acuerdo después de la reunión del Consejo Europeo que dará comienzo el 17 de octubre, el primer ministro tendrá que consultar al Parlamento si autoriza una salida sin acuerdo el 31 de octubre.
La maniobra, orquestada por el Partido Laborista y diputados conservadores rebeldes, se puso en marcha este martes con un procedimiento de emergencia para eludir y adelantarse a la suspensión de la actividad parlamentaria decretada por Boris Johnson desde la semana que viene hasta el 14 de octubre. El objetivo de Johnson, según sus críticos, era dejar sin tiempo a los diputados para que no pudiesen aprobar ningún tipo de legislación que frenase un Brexit sin acuerdo. Pero se le han adelantado.
El proyecto de ley pasa ahora a la Cámara de los Lores, donde sus miembros están bajo la presión de la suspensión parlamentaria, ya que en esta cámara es más fácil bloquear leyes mediante filibusterismo.
El Partido Conservador ha expulsado del grupo parlamentario a los 21 diputados tories rebeldes que este martes votaron en contra de Johnson para sacar adelante la ley. "Para diputados como yo, Downing Street ha planteado el asunto como una elecciones entre expresarse o mantener el trabajo", ha señalado Sam Gyimah, uno de los rebeldes.
Como resultado, Johnson buscará convocar unas elecciones anticipadas, pero para ello necesita el apoyo de dos tercios de la Cámara. El Partido Laborista, por su parte, ha afirmado que solo apoyará la convocatoria de elecciones si una salida sin acuerdo el 31 de octubre queda fuera de la mesa.