El jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, confirmó este miércoles el "enorme" impacto que el huracán Dorian ha tenido en Bahamas y aseguró que el país caribeño "nunca ha visto nada de esta escala".
En declaraciones telefónicas desde Nassau, donde se reunió con las autoridades nacionales, Lowcock estimó que más de 70.000 de los cerca de 400.000 habitantes del archipiélago necesitan ayuda inmediata.
"Es muy poco habitual que el 20 por ciento de la población de un país se vea muy severamente afectada por un único acontecimiento", destacó el responsable de Naciones Unidas.
Las zonas más golpeadas son las islas Ábaco y Gran Bahama, que han sufrido una "enorme devastación", según dijo Lowcock, y donde aún se deben evaluar con más precisión las necesidades humanitarias dado que hasta ahora el acceso es muy complicado.
Por lo pronto, la ONU señala que hace falta agua potable, comida, medicamentos y refugios para la población afectada y ha pedido a los donantes que se preparen para contribuir.
La propia organización ha decidido ya facilitar un millón de dólares de su fondo para emergencias con el fin de apoyar al país, según informó Lowcock.
"En un acontecimiento de tal escala (...) es apropiado que la comunidad internacional acuda con asistencia", dijo el diplomático, que alabó la respuesta que están dando las autoridades de Bahamas.
Equipos de la ONU están trabajando con el Gobierno para evaluar desde el aire los daños y las necesidades, pues el acceso a las zonas peor paradas es casi imposible.
Lowcock confió en que muy pronto equipos de la organización puedan estar sobre el terreno y advirtió de que el número de muertos -actualmente siete según cifras provisionales- aumentará sin duda a media que se llegue a poblaciones que han sido destruidas.