La pandemia del coronavirus y su parón económico, unidos a las crisis humanitarias ya existentes, han creado una "tormenta perfecta" que amenaza con desencadenar "hambrunas de proporciones bíblicas", según el jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley.
En una entrevista con Efe, Beasley -que acaba de recuperarse del virus- asegura que la enfermedad ha llegado en un momento "ya muy frágil" para el sistema humanitario y que sus efectos van a "causar estragos" alrededor del mundo.
Según cuenta, durante los últimos meses ya había ido alertando a los líderes internacionales de que 2020 iba a ser "la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial" como consecuencia de las guerras en países como Sudán del Sur, Yemen o Siria, los problemas en la región del Sahel, la plaga de langostas en África oriental y los efectos del cambio climático.
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