El economista jefe de Deutsche Bank, Torsten Slok, envió esta semana un análisis a inversores estadounidenses sobre los veinte riesgos que afrontan los mercados en 2020. Sorprendió que la primera posición no la ocuparan la guerra comercial con China, las decisiones de la FED sobre tipos de interés, la desaceleración generalizada del crecimiento económico o una eventual salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea (que también están en la lista), sino "la creciente desigualdad en riqueza, ingresos y salud".
¿Por qué un problema que afecta principalmente a capas de la sociedad en principio ajenas a las bolsas de valores podría preocupar a los inversores, más allá de una eventual solidaridad con los más pobres? Según explicó el analista a la cadena estadounidense CNBC, lo que les inquieta es "el debate político" que se está suscitando en torno a la posibilidad de elevar los impuestos a la riqueza o de destinar mayor gasto público a educación o sanidad tras treinta años de aumento de la brecha entre ricos y pobres en los países occidentales.
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