"Está claro que hay muchas zonas turísticas que empiezan a estar saturadas. Tenemos que atraer visitantes, no sólo de países europeos, también de otros mercados a los que no siempre hemos prestado atención. Que vayan a restaurantes, que compren bolsos de marcas españolas y que gasten, que gasten más". Así explica un portavoz del sector turístico, que prefiere no dar su nombre, la necesidad de buscar viajeros que hasta ahora no han tenido todos los destinos españoles en el radar y que, además, tengan poder adquisitivo.