Argentina prorrogó este viernes por cuarta vez el plazo de adhesión a su oferta de reestructuración de bonos por 66.238 millones de dólares y prolongó así las negociaciones con acreedores privados en busca de nueva propuesta que logre "maximizar" el nivel de aceptación entre los inversores.
El 19 de junio es la nueva fecha límite establecida para que los tenedores de bonos argentinos de ley extranjera den su consentimiento a la propuesta de canje que el país suramericano formalizó el 21 de abril ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés).
Mientras tanto, el Gobierno de Alberto Fernández mantendrá abiertas las negociaciones con grandes grupos de acreedores, que mayoritariamente rechazaron la propuesta inicial y que exigen mejoras, algo en lo que está trabajando el Ejecutivo.
Según señaló el Ministerio de Economía en un comunicado, el Gobierno y sus asesores pretenden "aprovechar" esta nueva extensión del plazo para mantener abiertas "las discusiones y permitirles a los inversores continuar contribuyendo con una reestructuración de deuda exitosa".
La anterior prórroga se había anunciado el 1 de junio, luego de que el Gobierno y los grandes grupos de acreedores liderados por fondos de inversión intercambiaran propuestas de canje alternativas con vistas a llegar a un acuerdo.
Según el Ministerio de Economía, desde aquella extensión Argentina "continuó manteniendo proactivamente debates con distintos grupos de inversores", adelantó "posibles ajustes" a la oferta inicial y recibió comentarios de inversores y "otras sugerencias sobre los diferentes caminos para mejorar los cobros".
PROPUESTAS SOBRE LA MESA DE NEGOCIACIÓN
La oferta inicial presentada por Argentina ante la SEC estaba valorada por los expertos en unos 40 dólares por cada 100 dólares de deuda neta a canjear, mientras que la propuesta revisada que acercó en mayo a los acreedores tendría un valor de entre 45 y 47 dólares.
Mientras, los grandes grupos de tenedores de bonos habían presentado inicialmente contraofertas valoradas entre 58 y 60 dólares, pero en una nueva propuesta rebajaron sus pretensiones a un rango de 53 a 55 dólares.
En los últimos días, desde el Gobierno confirmaron que se trabaja en el diseño de una propuesta mejorada.
Aunque oficialmente no trascendieron los detalles técnicos de una eventual nueva oferta, medios locales y expertos del mercado hablan de un recorte de capital mucho menor y posibles "endulzantes" para lograr un mayor nivel de aceptación entre los inversores, con un valor que podría estar entre los 50 y 52 dólares.
"De esta forma, el diferencial con las pretensiones de los distintos grupos de acreedores se reduce significativamente y las probabilidades de alcanzar un acuerdo se incrementan", comentó hoy en un informe la consultora Portfolio Personal Inversiones.
"MAXIMIZAR" EL APOYO
Argentina necesita mejorar su oferta para lograr el nivel de adhesión mínimo que se requiere para poder concretar una reestructuración de deuda, algo que está estipulado en las denominadas "cláusulas de acción colectiva" de los bonos en juego en este proceso y que en algunos casos llega al 85 %.
Según observó este viernes el economista Gustavo Ber, una nueva propuesta que se ubique por encima de los 50 dólares permitiría la aprobación por parte de los principales grupos de acreedores, cuya participación -resaltó el experto- "resulta indispensable para arrastrar a otros bonistas institucionales y minoristas para alcanzar las desafiantes cláusulas de acción colectiva".
En este contexto, el Gobierno de Alberto Fernández aseguró hoy que "se encuentra analizando" las "sugerencias" recibidas para mejorar los cobros por parte de los acreedores y así "maximizar el apoyo de los inversores, al mismo tiempo que preserva sus objetivos de sostenibilidad de la deuda".
El Ejecutivo insistió en que una reestructuración de deuda "exitosa" contribuirá a estabilizar la economía argentina, que hace dos años está en recesión y vive una aguada crisis en medio de la pandemia de COVID-19.
Argentina está en cese de pagos parcial desde mayo, tras incumplir vencimientos de intereses de tres bonos incluídos en la negociación.
Natalia Kidd