Arrancando todos los adoquines de la calle, los vecinos de la “ciudad libre” de Christiania, en Copenhague, quieren expulsar a los traficantes de hachís que durante décadas han ocupado la principal calle del barrio, conocida como “Pusher Street”. En los últimos años, el sueño de crear una comuna antisistema en pleno centro de la capital danesa se había convertido en un foco de violencia y delincuencia por la venta de drogas controlada por el crimen organizado. Con la voluntad de recuperar el espíritu con el que se fundó Christiania, el sábado los vecinos de este barrio aún parcialmente autogestionado, hicieron un llamamiento a todos los ciudadanos de Copenhague para levantar el pavimento y reformar los 100 metros de calle donde hasta ayer se hacían trapicheos a plena luz del día.