Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala Richter ha dejado esta madrugada más de 2.500 fallecidos, miles de heridos y numerosos daños materiales en Turquía y Siria. El epicentro del seísmo se ha localizado en el sureste de Turquía, cerca de la frontera entre ambos países. Es previsible que la cifra aumente, pues centenares de edificios han colapsado o sufrido graves daños y aún permanece gente entre los escombros.
El sobresalto sacó de la cama a las 1.17 GMT a miles de personas a ambos lados de la frontera, con el seísmo derribando edificios en un área amplísima de cientos de kilómetros que va desde el norte de Siria, desde ciudades como Alepo, hasta el sureste de Turquía, donde ha resultado afectada la mayor ciudad turca de la región, Diyarbakir.