Este invierno Patricia (nombre ficticio) no está poniendo apenas la calefacción. "Acuesto a los niños con el body, su camiseta térmica, el pijama de pelo, una manta y el edredón”, cuenta. Tiene trabajo y su pareja también, pero en los últimos meses han tenido que recortar “de donde sea". Esto incluye ya algunos artículos de alimentación, "caprichos como el paté y la nutella". Desde hace meses no compran ropa, aunque su pareja necesitaría unas zapatillas nuevas. También se acabó tomar algo los fines de semana como antes.
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