El balance de la gestión económica del Gobierno de coalición durante la última legislatura es mejor incluso de lo que dicen las cifras oficiales. La brecha entre la Contabilidad Nacional del INE (Instituto Nacional de Estadística) y la evolución de los datos registrados de creación de empleo, de aumento de las ventas de las empresas o de la recaudación de impuestos evidencia que no están justamente medidos por el PIB (Producto Interior Bruto). Y resaltan la eficacia de las respuestas políticas a la pandemia, primero, y a la invasión rusa de Ucrania, después.