La recomposición del orden económico internacional que se fragua a golpe de los impulsos de Washington y Pekín ha concedido una carta de naturaleza de valor incalculable a los países del llamado Movimiento No Alineado. Cuando se pone en jaque, el Sur también existe.
El clásico, superpoblado y heterodoxo G-77 está de vuelta y dispuesto a asumir más control que el que demostró en los años setenta, cuando las escaladas de los tipos de interés, el desempleo galopante, el estancamiento económico y las caídas salariales por el descenso de la demanda en los flujos comerciales desencadenaron en sus territorios desestabilizaciones políticas y colapsos de liquidez en sus arcas estatales.
Leer más: Las economías del Sur encuentran su lugar en el mundo