Volver a La sirenita no es solo volver a un clásico indiscutible: también es volver a la película en gran parte responsable de que Disney sea lo que es hoy. Con esta adaptación de Hans Christian Andersen, que sucedía en 1989 al taquillazo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? –histórica coordinación de estudios de Hollywood para ceder los derechos de sus personajes en el crossover definitivo–, fue inaugurado el Renacimiento animado. Una apoteósica racha de éxitos de crítica y público que duró justo una década, hasta Tarzán, y cuyo legado serviría no obstante de motor desde entonces.