A un lado del ring, el Gobierno de Malasia. Al otro, los herederos del último Sultán de la isla filipina de Joló, fallecido hace casi 80 años. En medio, un ejército de abogados y asesores, un fondo especializado en la financiación de litigios y un jurista español, Gonzalo Stampa, convertido a su pesar en protagonista de una inusual disputa en la que hay una indemnización histórica en juego, 15.000 millones de dólares (cerca de 14.000 millones de euros), y muchos intereses en liza.