Un acuerdo en un juzgado de Vigo puede dar la vuelta al tablero sobre el que hace años se dirimen las presuntas responsabilidades del gigante Cosentino y cientos de trabajadores que, al manipular sus encimeras de silestone, contrajeron silicosis sin saberlo. En el acuerdo, avanzado la semana pasada por la prensa de Galicia, el responsable de Cosentino acepta la pena de seis meses de prisión y pagar 1,1 millones de euros a cinco trabajadores de una empresa de instalación de encimeras, por su responsabilidad al no advertir del riesgo del material que manipulaban.