"¡Qué horror, cómo está esto!", exclama una vecina asombrada por el incesante bullir de clientes franceses que han llegado este domingo, 96 días después, al barrio de Behobia, en Irun (Gipuzkoa), un enclave en el que la desescalada no ha sido gradual, donde la "normalidad" ha llegado de golpe al reabrirse hoy las fronteras terrestres del espacio Schengen.
"¡Ha pasado de cero a 100!", le responde, satisfecho, el responsable de una tienda de souvenirs que ha vuelto a sacar a la calle sus expositores con todo tipo de productos, desde zapatos de folclóricas y vestidos de sevillana hasta viseras con el escudo de España, bolsos, llaveros o paraguas.