Es sabido que la historia de las relaciones entre Israel y el pueblo palestino no empezó el pasado sábado con los asesinatos de israelíes por parte de Hamás. Esos crímenes no son el kilómetro cero de esta historia. Detrás de ellos hay setenta y cinco años de abusos y opresión contra un pueblo que sufre ocupación ilegal y un régimen de apartheid.
Antes de dar rienda suelta a la llamada a las armas, a la cultura de la guerra, a la justificación de una nueva masacre en Gaza y a la deshumanización de los palestinos conviene siempre buscar todas las vías para la paz, la diplomacia, la negociación y el derecho internacional.