El número de muertos en Israel en los últimos tres días ha ascendido a más de 900, además de 2.400 heridos, en lo que es la escalada más grande del conflicto palestino-israelí en décadas. Mientras, en la franja de Gaza hay al menos 687 fallecidos, entre ellos 140 niños, y más de 2.500 heridos en los bombardeos israelíes que no han cesado durante la noche del lunes al martes.
Este martes el Ejército israelí ha asegurado haber contabilizado 1.500 cuerpos de milicianos de Hamás muertos en Israel tras el ataque sorpresa del grupo armado palestino el pasado sábado.