Los ERTE se han convertido en algo muy cotizado para muchos trabajadores estos días. Son temporales a los que sus empresas están finalizando sus contratos, adelantando la extinción o dejando que concluyan sin renovarles en sus puestos. Esta práctica, "generalizada" según CCOO y UGT, deja a estos empleados en la calle sin acceso a las ventajas aprobadas por el Gobierno para los expedientes temporales. "Si estuviera en un ERTE, al menos tendría paro asegurado y la garantía de volver a mi puesto. Ahora estoy desamparada", cuenta Inma (nombre ficticio), periodista de una revista a la que le habían asegurado que por fin iba a dar el salto al contrato indefinido tras superar el periodo de contrato en prácticas.