"No hay material. Hay una carrera feroz entre países para llevarse lo que sea lo antes posible. En un mercado en el que va todo al contado, el primero que llegue y pague, se lo lleva".
Las palabras son del gerente de una empresa de logística europea con sede en Hangzhou, China. Definen la situación que vive el país. Gobiernos de regiones afectadas por el coronavirus acuden a comprar material sanitario y empresas e intermediarios se lo venden al mejor pagador. A pie de pista se suceden las confiscaciones y mordidas. "Los estadounidenses sacan el efectivo y pagan tres o cuatro veces por las órdenes que hemos hecho", denunció el presidente de la región Gran Este de Francia, Jean Rottner.