Después de las amenazas y advertencias que han llegado desde Israel y desde Estados Unidos en los últimos días, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, ha afirmado este viernes que amenazar con “represalias” contra el tribunal y su personal socavan la “independencia e imparcialidad” de su trabajo, y también “pueden constituir un delito”.
En un comunicado emitido este viernes, Khan ha pedido que “todos los intentos de impedir, intimidar o influir indebidamente en los funcionarios [de la CPI] cesen de inmediato” y ha de asegurado que amenazar al tribunal “puede constituir un delito contra la administración de justicia bajo el artículo 70 del Estatuto de Roma”, tratado fundacional de la CPI –que ni Israel ni EEUU han suscrito–.