Por primera vez en la historia, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha votado a favor de expulsar a un representante sin que este haya sido condenado previamente. George Santos, el republicano que saltó a la fama en la escena nacional por haber forjado una carrera política a base de mentiras sobre su pasado, ha recibido la repudia de la mayoría de dos tercios que se requería para echarlo de la cámara baja: 311 votos a favor, frente a 114 en contra y dos abstenciones.