Joe Biden lo ha intentado por segunda vez. Actuando como anfitrión virtual de un encuentro convocado junto a Corea del Sur, Costa Rica, Países Bajos y Zambia, ha reunido a unos trescientos invitados de más de un centenar de países bajo el lema común de la promoción de la democracia. Pero si ya de la primera convocatoria, en diciembre de 2021, pocos resultados tangibles pueden recordarse, algo similar ocurre en esta ocasión.
Aunque Washington insiste en que no estamos en una nueva Guerra Fría, el hecho es que con iniciativas como esta parece apuntar a lo contrario, esforzándose por volver a definir el mundo en dos bloques enfrentados alrededor de las banderas de los demócratas y los autócratas.