Donald Trump, sus hijos Donald y Eric, así como altos cargos de la Organización Trump inflaron sus activos entre 2011 y 2021 para lograr mejores condiciones en los créditos de bancos y aseguradoras. Así lo dictaminó el martes pasado el juez Arthur Engoron del tribunal estatal de Nueva York. El fraude, que la Fiscalía estima en 250 millones de dólares (unos 238 millones de euros), no está en duda en el juicio civil que empieza este lunes, en el que se dirimirán otros seis delitos relacionados, así como las penas y compensaciones que deberán pagar los acusados.