"Cueste lo que cueste". Con esta expresión, el presidente Emmanuel Macron prometió en su primer discurso dedicado a la pandemia el 12 de marzo de 2020 que ningún francés se quedaría sin recursos y ninguna empresa correría el riesgo de quebrar. Un año más tarde, el virus continúa propagándose con fuerza, los sectores de la hostelería y la cultura llevan más de cinco meses cerrados y el país está inmerso en un tercer confinamiento que implica el cierre de unos 150.000 comercios no esenciales.