DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

El sudafricano Giniel de Villiers y el español Álex Haro conquistan el rally de Marruecos, marcado por la presencia del asturiano.La trampa del próximo Dakar en la que ya ha caído Fernando Alonso.

Fernando Alonso

La victoria de Giniel de Villiers y su copiloto Álex Haro (primer raid del español con el sudafricano, primera victoria) en el rally de Marruecos más mediático de los últimos años ha dejado claro que Toyota va a por todas y que tendrán de rivales a las parejas formadas por Carlos Sainz y Lucas Cruz, y Stepháne Peterhansel y su esposa Andrea Mayer.

En la estructura de Toyota puede estar Fernando Alonso. El asturiano dijo que decidiría si se inscribía en el Dakar en función de sus sensaciones en Marruecos. No ha sido, ni mucho menos, un raid fácil para él, pero si finalmente se apunta, ya tiene cinco lecciones aprendidas:

1. Navegar en dunas, polvo y rocas

Después de toda una vida en los circuitos, enfrentarse a pistas de arena y tierra es la principal dificultad que se ha encontrado. La manera de manejar una máquina como el Toyota Hilux 4x4 V8 no es igual que un Fórmula 1 o un prototipo del WEC. Además, ir tras el polvo que dejan otros competidores, al lado de piedras gigantes o incluso con zonas de zanjas es algo a lo que nunca se había enfrentado. Hasta ahora.

2. Ir despacio es más importante

Irónicamente, en los raids es más importante saber cuándo hay que ir despacio que cuándo ir deprisa. Alonso, acostumbrado a lo contrario, ha aprendido en Marruecos que a veces es mejor no pasar de tercera o cuarta marcha en zonas donde la arena y el polvo dificultan la visión.

3. Escuchar a su copiloto Marc Coma

Otro de los grandes cambios es tener una voz al lado cantándole lo que tiene que hacer. Pocas personas ahora mismo más expertas en los raids que Marc Coma, si bien para el exmotard el papel de copiloto también es nuevo. Alonso y él han cuadrado muy bien, pero aún es un matrimonio nuevo.

4. Leer el libro de ruta (y prever sus fallos)

A diferencia de un circuito, donde básicamente hay que ir pasando una y otra vez por el mismo sitio, en un raid y más aún en el Dakar el valor del libro de ruta es máximo. En la edición de 2020 habrá mucho menos tiempo para aprendérselo, por lo que tener claro lo que se va a encontrar será vital para sus aspiraciones. También debe tener en cuenta imprevistos que no aparezcan en el libro, como una zanja, una roca o similar.

5. Labor de mecánico y mochilero

Desde el primer día en Marruecos hubo problemas a los que se tuvo que enfrentar Alonso. Piloto, ahora también mecánico. El asturiano y Marc Coma tuvieron que aprender a arreglar pinchazos, algo que será muy habitual en el Dakar, aunque también tendrán que enfrentarse a problemas más serios. En caso de perder un tiempo irrecuperable, el coche de Alonso pasará a ser de facto un vehículo de asistencia para sus compañeros de Toyota. Es la labor de mochilero, algo ingrata para muchos, pero clave en pruebas largas como esta.