Apadrinado por el periodista y activista Moha Gerehou, cada semana analizan un título atravesado por la causa racial en sus redes sociales y una vez al mes (cuando volvamos) de forma presencial en la librería Traficantes de sueños de Madrid.
Una gran parte del movimiento Black Lives Matter se centra en la enseñanza porque "si hay algo que puede acabar en el futuro con el racismo, además de la lucha política, es la educación". Y estos 15 títulos escritos por mujeres y hombres negros son toda una muestra de conocimiento, comprensión y orientación para empezar con el cambio.
El color de la justicia, de Michelle Alexander (Capitán Swing)
Es conocido como la biblia del Black Lives Matter. Un porcentaje desproporcionado de la población carcelaria de Estados Unidos está compuesto por afroamericanos y, en este libro, la periodista Michelle Alexander detalla la combinación de diferentes factores legales que hacen que los hombres negros tengan más probabilidades de ser blanco de la policía y de recibir largas condenas de prisión.
En inglés se titula The New Jim Crow en referencia a las leyes de segregación racial del sur de EEUU.
Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie (Literatura Random House)
Ifemelu, como su autora, es una chica nigeriana de clase alta que llega a Nueva York para estudiar y buscar nuevas oportunidades. Una expectativa que se desvanece en cuanto pone un pie al otro lado del charco y empieza a sufrir el escarnio por su color de piel.
El relato ficticio se funde con el de Chimamanda, ya que muchas de las cosas que cuenta las sufrió en primera persona cuando llegó a Filadelfia con una beca para la universidad. Ahora, su relato se ha convertido en un referente para muchas jóvenes afroamericanas.
La libertad es una batalla constante, de Angela Davis (Capitán Swing)
Una de las características que define y une a los grandes pensadores de la Historia es la capacidad de ir por delante de la sociedad y de dar antes con las conclusiones que el resto tardaremos años en obtener. Y, en ese grupo selecto, Angela Davis ocupa una posición de oro.
Ya fue pionera en el libro Género, raza y clase donde sentó las bases teóricas de la interseccionalidad que hoy está en boca de todos. Por su parte, La libertad es una batalla constante profundiza en la necesidad de instaurar un activismo que plante cara a todas las injusticias sociales: del feminismo al antirracismo, pasando por la lucha contra el cambio climático o la liberación de Palestina. Desafía a construir el Movimiento de la liberación humana y nos recuerda que esa es "una batalla constante".
Un destello de libertad, de Keeanga-Yamahtta Taylor (Traficantes de sueños)
El trabajo de Taylor es seguramente uno de los mejores análisis políticos sobre las relaciones entre el viejo y el nuevo movimiento negro. De la corriente por los Derechos Civiles y los Black Panthers al contraataque económico e ideológico de Nixon y Reagan y los límites de la integración de políticos afroamericanos en las instituciones, con Obama como mejor exponente.
Destaca la novedad de la reciente oleada de protestas, en una increíble anticipación de estas últimas, y también los múltiples problemas a los que se enfrentan.
Un día más en la muerte de EEUU, de Gary Young (Libros del K.O)
El 23 de noviembre de 2013 murieron diez adolescentes por arma de fuego en Estados Unidos. El más pequeño tenía nueve años; el mayor, diecinueve. Esta cifra, que en muchos otros países habría parecido desorbitada, pasó sin apenas atención entre las noticias de la prensa estadounidense.
El periodista Gary Younge, entonces corresponsal de The Guardian en el país norteamericano, se propuso rescatar del olvido los nombres y las historias de aquellos diez muchachos. Aquí se puede leer un fragmento en exclusiva del ensayo.
Entre el mundo y yo, de Ta-Nehisi Coates (Seix Barrall)
"Te escribo en tu decimoquinto cumpleaños", escribe Coates a su hijo. "El año en el que te enteraste de que Eric Garner fue ahogado por vender cigarrillos; de que Renisha McBride fue disparada por buscar ayuda; y de que a John Crawford le dispararon por merodear en una tienda. Has visto a hombres vestidos de uniforme y asesinando a Tamir Rice, un niño de 12 años a quien juraron proteger. Y has visto a hombres con el mismo uniforme golpear a Marlene Pinnock, la abuela de alguien, a un lado de la carretera". Un análisis desgarrador de la posición céntrica que ocupa el racismo en la vida de este periodista, su hijo y todos los que les rodean.
Gueto, de Mitchell Duneier (Capitán Swing)
Para el sociólogo Duneier, el concepto de gueto fue una invención de los estados represores que querían segregar a una parte de su población y más tarde esos lugares se convirtieron en un símbolo político en sí mismo para quienes viven en ellos.
Mediante un pormenorizado análisis de los trabajos intelectuales de distintas épocas, infiere que el alambre de espino de los nazis no era más eficaz que los contratos restrictivos de los negros de EEUU, con los que creció la discriminación laboral, empeoraron las condiciones higiénicas, sanitarias y educacionales y la delincuencia juvenil se convirtió en una lacra. Un ensayo fundamental para entender una realidad que colea en el presente.
Un matrimonio americano, de Tayari Jones (Alianza editorial)
Además de ser elegido por Obama en su clásica lista de lecturas de verano, esta novela es "una representación conmovedora de los efectos de una condena injusta por violación en una joven pareja afroamericana".
Los protagonistas, Roy y Celestial, son un joven ejecutivo y una artista en ciernes con una brillante carrera profesional por delante. La suya es una historia de amor, pérdida, lealtad y capacidad de recuperación de los seres humanos, pintada sobre un lienzo político que ilumina la Norteamérica de hoy.
Biografía de Malcolm X, de Alex Haley (Capitán Swing)
Escrita por Alex Haley, autor del vademécum de la lucha racial, Raíces, y ganador del Pulitzer, esta biografía es fruto de más de 50 entrevistas en las que se recoge la historia del dirigente negro que, junto a Martín Luther King, ha marcado la lucha por los derechos de los descendientes de esclavos.
Malcolm X ahonda sobre las mentiras y limitaciones del sueño americano y sobre el racismo de una sociedad que niega a sus ciudadanos no blancos la oportunidad de soñar.
Ojos azules, de Toni Morrison (Debolsillo)
Morrison estrenó pluma a los 40 años. Suena tarde para la mayoría, pero en su caso fue la clave para esbozar unas primeras líneas que dejan sin aliento a casi todo el que las lee. "Silencioso como si estuviera oculto, no había caléndulas en el otoño de 1941. En aquél momento pensamos que las caléndulas no crecían porque Pecola iba a tener el hijo de su padre".
Así comienza Ojos azules, sobre una niña negra, solitaria y poco querida que sueña con tener unos ojos como los de Shirley Temple. La autora neoyorquina se atrevió a irrumpir con tal dureza debido a su trayectoria como editora en el gigante Random House. Allí descubrió un punto ciego y racista en el mercado norteamericano, le puso luz y lo empequeñeció. Una labor impresionante que comenzó con esta obra.
El ferrocarril subterráneo, de Colson Whitehead (Literatura Random House)
Whitehead leyó muchos testimonios de esclavos de plantaciones para dar forma a su Ferrocarril subterráneo pero lo que le destrozó de verdad fue la película 12 años de esclavitud. La protagonista en su caso, Cora, es una chica de quince años que escapa de los trabajos forzados a través de una red subterránea de trenes y vías.
El jurado del Pulitzer, que ganó en 2017, comparó esta obra con Cien años de soledad y con El diario de Anna Frank por la crudeza de las palabras de esta adolescente.
El odio que das, de Angie Thomas (Gran Travesía)
Starr es una chica de dieciséis años de edad que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nació, y su instituto situado en un elegante barrio residencial blanco. El difícil equilibrio entre ambos se hace añicos cuando se convierte en testigo del asesinato a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policía.
El libro de Thomas, que después se convirtió en película, causó un gran revuelo en Estados Unidos, donde trece editoriales se disputaron sus derechos por reflejar fielmente el espíritu del Black Lives Matter.
Infiltrado en el KKKlan, de Ron Stallworth (Capitán Swing)
Pocos conocen que la aplaudida película de Spike Lee narra la historia real de Ron Stallworth, un agente negro que en los años 70 consiguió infiltrarse en el Ku Klux Klan (KKK), el grupo de supremacistas blancos más importante de Estados Unidos. Para ello, contó con la ayuda de un policía blanco que asistía a las reuniones, hacía amigos y grababa las conversaciones, por lo que consiguió algunos de los detalles más escabrosos de la organización. Durante la investigación, Ron también saboteó quemas de cruces y desenmascaró a los supremacistas blancos del Ejército.
Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, de Maya Angelou (Libros del Asteroide)
Angelou fue una de las primeras mujeres afroamericanas que usó su literatura como arma contra el racismo, y esta es su primera autobiografía. Aunque narra episodios dolorosos, lo hace desde la inocencia y la alegría de una voz infantil, sobre todo en el periodo en el que vivió con su abuela en un pequeño pueblo de Arkansas. Lo que vio y aprendió allí, el sentimiento de comunidad, le permitió sobrevivir a las agresiones raciales y sexuales que sufrió por parte de hombres blancos en California. Al final, las letras y Shakespeare fueron su salvación.
El blues de Beale Street, de James Baldwing (Literatura Random House)
La mejor obra de Baldwin para analizar el racismo en EEUU es The Fire Next Time, su apasionada súplica para "poner fin a la pesadilla racial" en Estados Unidos que fue un éxito de ventas, que no ha llegado a nuestro país. Pero, teniendo en cuenta que es una pluma referente del movimiento, esta tampoco se queda atrás: una dolorosa historia de amor e injusticia racial en el Nueva York de los setenta que el año pasado inspiró una película de Barry Jenkins, director de Moonlight.