No es la única plataforma de suscripción que funciona en España, por supuesto. Kobo, Pódimo e Storytel son otras de las más populares. La última se formó en 2005 en Suecia por Jonas Tellander, está presente en 20 países y llegó a España en 2017 (fue pionera). Oferta tanto libros electrónicos como contenidos en audio y por el momento su catálogo de lectura es mucho más grande que el de audio.  

Sin embargo, Georgina Solé, Marketing Manager de la compañía, explica a elDiario.es que en su plataforma "hay un mayor consumo de audiolibros que de libros electrónicos, ya que nuestros suscriptores se acercan a nosotros para escuchar". Empezaron a hacer audiolibros hace tres años y actualmente tienen 50 títulos de producción propia. "Cuando de un mismo título disponemos del audiolibro y del libro electrónico, el usuario puede alternar la lectura en ambos formatos, por ejemplo, puede escuchar en un momento y la aplicación reconoce el punto en el que se queda cuando abre el ebook para continuar leyendo", comenta.

No ofrecen cifras concretas de su desarrollo económico, más allá de que su llegada hace cinco tuvo una gran acogida sin hacer casi publicidad y que desde entonces la venta no ha dejado de crecer y las previsiones son positivas, "sobre todo teniendo en cuenta que el sector en el que nos encontramos, el editorial, no está mostrando incrementos en otros formatos". También añade que durante la pandemia y los tres primeros meses de confinamiento "nuestros incrementos globales fueron de más del 250%".

Según el estudio mencionado anteriormente, el 83% de las ventas de audiolibros se hacen en las plataformas de suscripción. En segundo lugar están las de venta unitaria como Google Play o Apple Books y en tercer lugar plataformas de streaming como Spotify. Al contrario que en Estados Unidos –donde el formato lleva mucho más tiempo–, las bibliotecas en España no tienen demasiado peso en las cifras de consumo de audiolibros, aunque sí crecen. Según los datos del Ministerio de Cultura y Deporte, los datos de préstamo de audiolibros a través de eBiBlio pasaron de 13.058 en 2018 a 186.882 en 2020.

Los nuevos formatos pueden suponer un terremoto que sacude los cimientos de las editoriales, sobre todo dependiendo de su tamaño. Sucedió en su momento con el libro electrónico y puede pasar ahora con el apogeo del audiolibro. El pasado 15 de abril, Audible organizó una mesa redonda virtual bajo el nombre Presente y futuro de los audiolibros en España. En ella participaron responsables de tres editoriales presentes en la plataforma: Santos Palazzi, director del área Mass Market y Digital en la editorial Planeta; Blanca Rosa Roca, directora y fundadora de Roca Editorial; y Eva Congil, directora general de Anagrama. Cada una con sus circunstancias.

Por ejemplo, Planeta ha creado una estructura específica con seis personas dedicadas exclusivamente al audiolibro. Tienen hasta la fecha 1.200 libros sonorizados, parte de Latinoamérica y parte de España. En cuanto a facturación han multiplicado por cuatro la del año anterior, según Palazzi. Para 2021 pretenden incorporar 400 audiolibros nuevos. Por su parte, Eva Congil explicó que no tienen una división para este formato sino que está dentro de ‘digital’. En noviembre de 2020 sacaron seis títulos y actualmente están a punto de tener 40. "La proyección también ronda sobre los 50 audiolibros anuales tocando diferentes modelos de producción propia o de derechos", afirmó. Uno de sus próximos lanzamientos es el audiolibro de Lectura Fácil de Cristina Morales, con distintas voces de la misma narradora.

Blanca Rosa Roca, que creó Roca Editorial en 2003, incorporó a su catálogo 16 audiolibros en 2014 gracias a un acuerdo con Audible en Estados Unidos. Eran libros de autores norteamericanos de los que tenían las traducciones. "Pero ahí se quedó la cosa y no hicimos más. Las ventas de esos 16 títulos han sido muy modestas. Cuando empezamos a ver que el audio llegaba nos pusimos a hacer audiolibros y de producción propia hemos hecho 16", explica. Actualmente tienen 195 títulos de los que 60 están en doble versión (en español de Latinoamérica y castellano).

Según su testimonio, producir un audiolibro cuesta unos 5.000 o 6.000 euros y con la situación económica actual, para una editorial independiente es muy complicado hacerlos sin aliarse con otra empresa. Además, aunque las plataformas de suscripción son ventajosas para el consumidor (la cuota de Audible son 9,99 euros al mes y la de Storytel 10,99 euros al mes) para las editoriales y para los autores no lo es tanto. "Lo que se cobra es tan poco que los autores y los editores no podemos comer de esto aún". Y le ofreció a Juan Baixeras, el Country Manager de Audible que conducía el encuentro, dos soluciones para llegar a la viabilidad: "La primera es que la gente consuma mucho más audio. La otra no os gustará tanto porque es que paguéis más a los autores y a los editores".

No habría audiolibros sin escritores ni voces que los narraran. Algunos escritores han sonorizado sus propios libros. Lorenzo Silva, que tiene más de diez libros alojados en Storytel, es uno de ellos. Comenta a elDiario.es: "Para mí es agradable leerle en voz alta a otro y tratar de transmitirle la emoción del texto, lo hago con mis hijos y para mí siempre ha sido un momento de encuentro con ellos muy placentero. La dificultad y la satisfacción están en lo mismo: en ponerle a lo que lees el alma que tiene, sobre todo en esos momentos en los que el texto está especialmente afinado y puede conmover al lector".

Espido Freire también ha narrado sus propios libros para la misma plataforma y explica a elDiario.es que para ella es una tarea más complicada y más rigurosa de lo que a primera vista podría parecer: "palabra a palabra hay que alzar el libro. Lo más complicado para mí es atenerme literalmente al cuerpo del texto. De hecho, al ser la autora, a veces me tomo licencias y lo mejoro sobre la marcha". La parte más satisfactoria la encuentra en "la labor realizada, la sensación de haber completado una obra de esa manera". Y ha recibido comentarios muy positivos de sus escuchantes. "En el caso de Querida Jane, querida Charlotte, me dicen que literalmente me tienen en su casa, su coche o su cocina y que tienen la impresión de viajar conmigo. Me han dicho que no querían que acabara, que la sensación de cercanía era sorprendente. Como si solo se la contara a ellos", sostiene.

Clara Peñalver, escritora de una trilogía protagonizada por la reportera Ada Levy, está en el grupo de quienes han escuchado su obra narrada por otro. Afirma a elDiario.es que la primera vez oyó uno de sus libros notó "una magia difícil de explicar". "Mis narradores y mis personajes habían cobrado vida más allá del papel y escucharlos me pareció tan extraño como especial. Además, tuve la gran suerte de estrenarme en el mundo del audiolibro con una actriz excepcional: Begoña Pérez Millares. Ella dotó a mi pequeña Ada Levy de toda la fuerza y la espontaneidad que debía tener fuera de las páginas de Cómo matar a una ninfa".

Acaba de publicar su primera audio-serie escrita explícitamente para Storytel y asegura que ha sido todo un reto. "Después de tantos años dándole a las teclas pensando en los ojos, cuando el objetivo de pronto pasan a ser los oídos, es necesario aceptar un montón de cambios. Para empezar, priman la acción y las intervenciones de los personajes. Dejan de ser necesarias acotaciones del tipo «dijo con voz cansada», ya que ese cansancio deberá aparecer impreso en la voz del narrador o narradora. Y, si en una novela ya agobia el exceso de personajes, en una audio-serie ese exceso se traduce en cansancio precoz por parte del oyente", sostiene.

Javier Ruescas, autor de la novela En Delos no puedes morir, escrita para Audible, tiene una experiencia parecida a la de Peñalver. Dice por teléfono a elDiario.es: "Mi novela es una historia contada a través de unas grabaciones que hace un chico y también se añaden efectos sonoros según donde esté y yo como escritor lo tenía que tener en cuenta". Para él, tener un contrato con Audible –no puede hablar de las cláusulas específicas– ha sido una ayuda durante los dos últimos años. "Acaban de llegar las liquidaciones de las ventas que los escritores recibimos una vez al año y las del 2020 han sido un susto en comparación con las de otros años". También puso su voz y explica que le interesaba hacer la grabación porque le parecía un extra. "La narración se paga aparte y así vas sumando. Al final, como autor hay que estar metido en muchos ‘fregaos’ para vivir de ello".

Ser narrador o narradora no es una tarea fácil. Gloria Tarridas es actriz de voz y a la vez directora de audiolibros. Desgrana sus labores a elDiario.es por teléfono, durante el descanso de la grabación de La Regenta precisamente. "Leer el libro y realizar un guión para ayudar al actor o actriz para que pueda leer con la máxima facilidad. Después de eso, acompañarlos durante el proceso de grabación en atril a ellos y también al técnico para que sepa qué cosas son necesarias para que sea todo rápido y fluido, que no haya que estar parando. También colaboro en el proceso de postproducción que es la edición o quality control".

Audible está contratando a actores y actrices de renombre como Leonor Watling, Juan Echanove o Maribel Verdú para que sean los narradores de sus títulos y tienen que adaptarse al formato, que no siempre es fácil. "No puedes trabajar con tu expresión corporal. Únicamente con la voz, no puedes estar moviéndote dentro del set porque se oye todo, es una voz seca sin nada por debajo. No hay cortes, va todo seguido y evidentemente es mucho más cansado, no puedes parar como en un doblaje. Y tu voz se agota, al igual que te agotas intelectualmente", afirma Tarridas. De hecho, han tenido casos de actores o actrices de imagen que no han podido adaptarse al formato.

Según Georgina Solé, el perfil de cliente de Storytel suele ser una mujer, cosmopolita, entre 25 y 45 años y pueden ser gente que no lee habitualmente, antiguos lectores con falta de tiempo o lectores que consumen mucho (tanto audio como ebooks) y que se ahorran dinero al suscribirse a una plataforma. Por su parte, Audible afirma que el 60% de sus consumidores tienen entre 25 y 55 años y cerca del 18% tienen entre 55 a 66 años. El 52% son mujeres y el 48% hombres. Donde más se consumen es en las grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla.

Roca Editorial y Anagrama no consideran que haya demasiada diferencia en los intereses de lectores de papel y audiolibros, pero la editorial Planeta sostiene que en su caso son diferentes: "La ficción no es la categoría dominante en libros en papel, es la no-ficción y en audio es al contrario. Pero sobre todo hay una categoría infrarrepresentada, que seguramente se incluya en ficción, que es la categoría infantil y juvenil. Puede representar un 28% de la venta del papel que en ebook y en audiolibro tiene un peso muy reducido".