Pero el daño estaba hecho y la cabecera murió cuando la Guardia Civil bajó la persiana de su redacción. Los papeles de Sísifo nos invita a recordar el caso, así como a reflexionar sobre la justicia, la separación de poderes y sobre el oficio del periodismo. La obra es una coproducción entre el Centro Dramático Nacional y el Antzerkiz (Teatro Arriaga de Bilbao, Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz y Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián) y podrá verse en el teatro María Guerrero de Madrid hasta el 2 de mayo.
"La sociedad vasca recibió el cierre de Egunkaria como una bofetada en la cara", cuenta a elDiario.es Fernando Bernués, director de la obra. "El periódico se levantó con suscripción popular para apoyar el único periódico en euskera y el cierre fue un auténtico shock. A mí se me encendió la idea de que un día tendría que hablar de esto cuando al mes y medio del cierre, en Madrid, se celebraba los Premios de la Música que yo codirigía con Mario Gas".
Hablamos del año del No a la guerra. "Aquella gala fue muy progresista pero cuando Fermín Muguruza recogió su premio y condenó el cierre del periódico Egunkaria casi todo el auditorio Juan Carlos I le abucheó y no le dejó hablar". Estábamos en la segunda legislatura de José María Aznar y según Bernués el relato que se imponía era que cualquier cosa vinculada la cultura en euskera era propiciada o amparada por ETA.
Los papeles de Sísifo nace con la idea de revisar un pedazo de nuestra historia y de nuestros oscuros episodios nacionales. El espectáculo no es una pieza documental estrictamente: once actores y una guitarra eléctrica ponen en escena una ficción inspirada en el caso, pero al mismo tiempo, indagan en territorios del periodismo como la ética o la fina línea entre la entrevista y el interrogatorio.
A través de los ojos de una periodista joven que llega a la redacción, salen a relucir los problemas y conflictos de un medio precario. En paralelo, vemos cómo se está cocinando policial y judicialmente la instrucción para el cierre del periódico. Esos dos espacios, las dos narrativas y tramas, van simultaneándose hasta que la Guardia Civil entra y clausura el diario, momento en el que la acción se centra en las torturas y los malos tratos en los interrogatorios.
"Las torturas estuvieron muy presentes en todos los interrogatorios de los detenidos, de hecho el director del periódico Martxelo Otamendi llevó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo la violencia policial que sufrió y le dieron la razón. Hay varias sentencias condenatorias contra el Estado Español", afirma el director de la obra. Cuenta que denunciar las torturas policiales es un territorio difícil porque "parece que si investigas ahí lo que quieres es blanquear la violencia de ETA, y no es así. Las torturas fueron una realidad a la que algún día nos tendremos que enfrentar porque si queremos pasar las páginas negras, que está muy bien pasarlas, primero hay que leerlas".
Además de la obra de teatro, Bernués estuvo trabajando en un un documental titulado Alas de papel (dirigido por Josú Martínez y Samara Velte) que se estrenó el pasado febrero en EITB. 'El caso Egunkaria' es un tema que tiene trabajado y documentado. "Cuando decidí que era el momento de llevarlo a la sala de ensayo hablé con el escritor Harkaitz Cano. Él es autor de Twist, una novela muy popular en Euskadi que trata sobre lo que ocurrió con Lasa y Zabala pero que va más allá de los hechos, la ficción le lleva también a otros lugares interesantes como lo que yo pretendía con esta obra. Harkaitz estuvo trabajando unos meses en Egunkaria a principios de su carrera y es él quién firma el texto de esta obra".
"No me podía creer que cerraran el periódico, aquello me conmocionó mucho", explica la actriz Mireia Gabilondo, que interpreta a la jueza de ficción Natalia Ruiz Arcas. Los papeles de Sísifo ficciona a los personajes: en ese proceso de dramaturgia, lo que fue un juez es una jueza y el magistrado Del Olmo es sobre las tablas Ruiz Arcas. "Mi personaje está al servicio de un auto que se sacan de la manga, un auto en el que introdujeron una serie de premisas para justificar lo que realmente querían. Aunque tiene algunas dudas termina haciendo una instrucción que luego se vio que estaba llena de erratas y de mentiras".
La actriz celebra que los días 29 y 30 de abril la función se realice en euskera, con sobretítulos en castellano: "El público poco a poco se está acostumbrando a ver teatro en otros idiomas, cierto es que en ocasiones es incómodo ir cambiando la mirada de enfoque, pero el euskera hace mucho más creíble la historia que contamos. Al fin y al cabo, se está hablando sobre un periódico en euskera y el idioma en la obra es un personaje más. Para mí es un placer enseñar mi cultura fuera de mi tierra".