Este anticuario será el encargado de gestionar el estudio y la restauración del cuadro, que es una herencia familiar que los tres hijos de Mercedes Méndez Atard, artista e hija de Diego Méndez, arquitecto del Valle de los Caídos, decidieron poner a la venta a través de la casa de subastas.
El cuadro, según El País, colgaba en un inmueble del barrio de Salamanca de Madrid. Diego Méndez González fue el arquitecto que culminó la obra del Valle de los Caídos y padre de Mercedes Méndez de Atard y el supuesto Caravaggio llegó a esta familia a través de su marido, Antonio Pérez de Castro.
La pintura, en un primer momento atribuida al círculo del pintor José de Ribera, fue declarada inexportable por el Ministerio de Cultura el mismo día que iba a celebrarse la subasta. La comunidad de Madrid posteriormente declararía la pintura como Bien de Interés General.