Los transeúntes neoyorquinos pueden ver desde la calle, tras el cristal principal del Museum of Modern Art, la obra que Kim hizo en un período de su vida en el que sentía mucho calor. La artista estaba embarazada de su primer hijo y, al mismo tiempo, “las persistentes sequías, inundaciones y tormentas estaban marcando los efectos del cambio climático y el calentamiento global”, explica en la descripción de su obra. En la pared de entrada del museo, se ve el dibujo de un gran pentagrama de cuatro líneas (así se representa en la lengua de signos americana) bajo la frase The Sound of Temperature Rising ("El sonido de la temperatura subiendo"), que da título a la obra. Kim utilizó una notación musical abierta “para capturar el sentimiento”.

El MOMA no es el único museo destacado que expone la obra de Christine Sun Kim. Su creación artística también está recogida en el LACMA, la Tate Britain, el Smithsonian American Art Museum, el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles y el Whitney Museum of American Art. Ahora, Kim expone su trabajo más reciente, Una sucesión de trampas de eco en La Casa Encendida de Madrid, en un conjunto de tres obras que puede verse del 11 de noviembre al 26 de febrero, con un parón de dos semanas en enero por mantenimiento del espacio cultural.

“La vida de los sordos está llena de ecos”, dice Kim. Después de muchos años creyendo que el sonido no le pertenecía, la artista se dio cuenta de que en realidad el sonido es el centro de su vida y de su práctica artística. En este último trabajo, Kim se centra en el eco como elemento literal y metafórico desde el que partir hacia una investigación artística de lo social. Para la artista estadounidense, el eco se produce de dos formas: la primera, cuando su intérprete de signos repite lo que ella dice, y la segunda, la que genera la sociedad cuando se muestra inflexible e incapaz de cambiar.

Por eso, Cristiano Raimondi, el comisario de su muestra, sostiene que el arte de Kim reclama “exigencias urgentes que no solo son de la comunidad sorda”, como explicó este jueves en la presentación en Madrid. Con esta obra, la artista cuestiona lo que ocurre cuando ese eco cae en la trampa y “queda atrapado”, y lo hace desde un documento visual en el que el artista Joost Verhoef reproduce un dibujo de Kim a gran escala que representa el eco y en el que el músico Matt Karmil diseña el sonido, aunque "fue lo último que se hizo" y por eso "la visualización no tuvo ningún impacto con respecto al sonido", explica Kim.

No es la primera vez que Kim trabaja en una animación, porque ya lo hizo cuando MTV y el Brooklyn Museum le propusieron crear una pieza en la que profundizar sobre el concepto, que en realidad sacó a la luz Andy Warhol. La que ahora se expone en Madrid es su segunda obra en este formato. "Esa fue la primera vez que trabajé con el eco, pero es una serie que va a continuar", dice en conversación con elDiario.es durante su visita a Madrid.

Christine Sun Kim trabaja en diferentes dimensiones creativas. "La notación musical, el lenguaje escrito, la lengua de signos, la infografía, el cuerpo y el despliegue estratégico del humor para poner en cuestión la política sonora y de los lenguajes", apunta la organización de La Casa Encendida.

“Mi obra está marcada por tres experiencias: ser hija de inmigrantes, mi vida en Berlín y mi sordera”, explica Kim. "Estas tres cosas siempre, siempre están presentes en mi obra", recalca. Cuando la National Football League le propuso interpretar el himno nacional en la Super Bowl, Kim tuvo que pensarlo dos veces porque no se sentía "acorde con los valores del fútbol", pero optó por dar visibilidad a la comunidad de sordos.

Ahora, su interpretación en la Super Bowl es la performance titulada La bandera tachonada de estrellas, obra por la que ha sido premiada y que se expone en La Casa Encendida junto a Una sucesión de trampas de eco y Anotar transcribir transcribir. "Esta es una de las razones por las que me encanta ser artista", dice Kim, "porque puedo decidir cuáles son mis reglas".