Los resultados anuales empeoran los obtenidos en el primer semestre del año. Entonces el empleo cultural se situó en una media de 724.600 personas, acercándose al máximo de 2019. Sin embargo, el cómputo general demuestra que en la segunda mitad de 2022 los niveles bajaron respecto al primero.
El porcentaje de empleo asalariado se corresponde al 69%; que continúa siendo muy inferior al del total de España, que se sitúa cerca del 85%. De hecho, el empleo no asalariado en cultura (el 31%) es el doble que en el resto de España (15,4%). Respecto a 2021, ha crecido en un 2,4%. Dentro los asalariados por la industria cultural en 2022, un 88,4% trabajan a tiempo completo y el 11,6% a tiempo parcial. En ambos casos repitiendo prácticamente el resultado del año anterior (88% y 12% respectivamente).
La buena noticia es que se rebaja la incertidumbre. El número de contratos indefinidos en 2022 sí ha dado un salto considerable, ascendiendo hasta 378.800. Mientras que ente 2020 y 2021 el ascenso fue de 6.500; entre 2021 y 2022 la subida ha sido de 21.500. También ha superado al resultado de 2019, en 16.600. En cuanto a los contratos temporales, en 2022 han obtenido una media de 100.800, 1.800 menos que en 2021; y significativamente menor que en 2019, habiendo firmado 25.500 menos.
Las mujeres siguen siendo las peor paradas dentro del sector, al representar un 40,9% del total. El porcentaje es menor que el relativo al conjunto del empleo, en el que han copado el 46,2%. Todavía por debajo, eso sí, de las cifras relativas a la empleabilidad de los hombres.
La industria cultural se caracteriza por contar con una formación académica alta (la educación superior llega al 72,1% y en el conjunto nacional esta es del 46,4%). En este caso la cifra anual se ha mantenido muy similar a la del primer trimestre (71,9%).