Actor de gran belleza y temperamento acusado, realizó una carrera relámpago e interpretó películas consideradas de antología. El actor participó, entre otras, en películas como "La caída de los dioses" (1969) por la que Berger fue nominado para un Golden Globe, "Ludwig" (1972), "El retrato de Dorian Gray" (1970), "Miércoles de ceniza", "Faceless" y "El Padrino III". Berger rodó en los años 1960 y 1970 películas con estrellas de Hollywood como Elisabeth Taylor, Henry Ford, Burt Lancaster o Romy Schneider. Actor de gran belleza y temperamento acusado, realizó una carrera relámpago e interpretó películas consideradas de antología, sobre todo de la mano de Luchino Visconti.
En 1964, con 20 años, conoció a Visconti, que tenía 38 años más que el entonces joven Berger, que soñaba con ser actor. Durante años, Berger fue amante de Visconti, su mentor y descubridor y uno de los grandes directores de cine de la época, y tras su muerte en 1976 el actor cayó en una profunda depresión. En 1994 se casó con la actriz italiana Francesca Guidato, de la que se separó unos 15 años más tarde. En su autobiografía, publicada en 1998, el actor asegura haber tenido relaciones sexuales con decenas de famosos de la época, como Rudolf Nureyev, Britt Ekland, Ursula Andress, Nathalie Delon, Linda Blair, Jerry Hall, Bianca y Mick Jagger.
Para muchos críticos Helmut Berger personificó la ruptura de los tabúes sexuales en el cine europeo, al interpretar personajes narcisistas y bisexuales.
Nacido en el seno de una acomodada familia de hoteleros de la región austríaca de Salzburgo, Berger aprendió inglés, francés e italiano durante estadías de estudio en París, Ginebra, Londres e Italia.
En 2018, con 74 años, tuvo su debut en el teatro, al actuar en la Volksbühne de Berlín en una obra donde interpretaba a un barón. Un año más tarde, anunció que debido a su delicado estado de salud, tras sufrir varias neumonías, daba por terminada su carrera como actor.
Su agente, Helmut Werner dijo hoy a la prensa local que Helmut Berger "vivió hasta el final feliz, satisfecho y de buen humor en Salzburgo". Y concluyó con una cita del hoy fallecido: "Viví tres vidas. Y eso en cuatro idiomas. No me arrepiento de nada!".